¿Qué viene después de la fuerza mayor?

Carlos Tomé ABOGADO DE CARUNCHO, TOMÉ Y JUDEL ABOGADOS Y ASESORES TRIBUTARIOS

ECONOMÍA

09 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En las extraordinarias circunstancias que vivimos, si hay un mecanismo laboral de rabiosa actualidad y trascendencia social, es el ERTE.  Previsto en el Estatuto de los Trabajadores, faculta al empresario para suspender temporalmente el contrato de sus empleados o reducir la jornada laboral en horas o días, en el caso de que concurran como requisito habilitante causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (las denominadas causas ETOP) o, como ha ocurrido con el COVID-19, haya causas «derivadas de fuerza mayor». Estos últimos ERTE han sido la vía utilizada por las empresas, ya que llevan aparejada la exención de cotización de los trabajadores afectados por la suspensión o reducción

La existencia de fuerza mayor asociada al COVID-19 que ha provocado la mayoritaria presentación de ERTE no evita la necesidad de la constatación de aquella por la autoridad laboral competente y su correspondiente autorización, siempre teniendo en cuenta que la duración de la suspensión ha de entenderse vinculada al período de vigencia del estado de alarma. Es decir, que los ERTE de fuerza mayor terminarán una vez levantado el estado de alarma por parte del Gobierno. ¿Y qué pasará entonces? Es evidente que la situación coyuntural de paralización de la actividad que se pretende superar con estos ERTE no se solucionará al levantarse el estado de alarma. La mayoría de las actividades económicas, y en consecuencia de las empresas, que han sufrido este período de inactividad total o casi total van a reanudar gradualmente su actividad y les costará un tiempo -uno o varios meses- recuperar su previa facturación. Y ello implicará de modo automático la necesidad de presentar un nuevo ERTE, en este caso por causas económicas o productivas, con el fin de suspender una parte de los contratos de trabajo que no van a precisar durante ese periodo de restablecimiento de la operativa ordinaria anterior a la crisis sanitaria.

Preparémonos para seguir hablando de los ERTE durante varios meses, porque la cruda realidad económica de muchas empresas lo va a seguir exigiendo para superar esta extraordinaria crisis, que debemos vencer con el esfuerzo de todos.