Cuando el contador de la luz deja de ser inteligente y engorda la factura

F. F. LA VOZ

ECONOMÍA

Una vecina de Oleiros recibe dos recibos seguidos con lecturas estimadas, que están vetadas, porque el aparato dejó de funcionar sin que nadie se diera cuenta

09 abr 2020 . Actualizado a las 11:04 h.

Se les conoce como contadores inteligentes, pero a veces se atontan, dejan de leer el consumo de electricidad y hacen la pascua. Es lo que le ha pasado a una vecina de Oleiros, Beatriz Pariente. Explica que sus facturas mensuales normalmente andan por los 35 y 40 euros, pero en marzo recibió una que la hizo caer de espaldas (de forma figurada): sumaba 101,47 euros. Además, al fijarse en el recibo descubrió que no reflejaba su consumo real, sino que se trataba de una lectura estimada. Una práctica que, con la instalación masiva de contadores electrónicos -que envían los datos de los hogares de forma remota-, ha quedado desterrada y que, de hecho, está prohibida para los consumidores con contrato de suministro en el mercado regulado por el Gobierno, como es el caso de Pariente.

La clienta trató de deshacer el entuerto llamando por teléfono primero a su compañía comercializadora (Naturgy), que es la que le pasa las facturas, que la desvió a la distribuidora (Unión Fenosa Distribución, del mismo grupo empresarial que la anterior), que es la encargada de las lecturas de consumo y del buen funcionamiento de los contadores. Después de cinco llamadas nadie supo decirle bien qué ocurría, pero sí obtuvo la promesa de que el siguiente recibo estaría bien. Pues no, volvió a ser con lectura estimada y sumó 49,77 euros.

Fuentes de Naturgy aclararon que los contadores digitales fallan a veces y que en este caso concreto el aparato no enviaba la información. Un técnico acudió a revisar el medidor el 9 de marzo —aunque Beatriz Pariente desconocía el detalle— para resolver el problema y que los consumos reales se regularizarán en próximas facturas.

Lo más habitual es que los contadores estén en régimen de alquiler. O sea, el cliente paga una renta al mes por él (0,96 euros) y la distribuidora sigue siendo la dueña del aparato y, por tanto, también debe encargarse de su mantenimiento y de repararlo si falla.

Naturgy recordó que si detectan alguna anomalía en el aparato los clientes pueden remitir la lectura del contador a la distribuidora a través de un formulario y adjuntando una foto de la lectura del contador, o llamando al 900 111 999.