Gerardo Pérez: «Cuando salgamos, habrá más paro, la confianza del consumidor no será la misma y el sector va a sufrir»

M.Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

FACONAUTO

El presidente de Faconauto asegura que al sector le preocupa el futuro, con la pérdida de poder adquisitivo de las familias y la crisis del consumo que vendrá

02 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay una crisis sanitaria, un confinamiento de la población y un cierre por decreto de los concesionarios. Hasta ahí, el sector, como tantos otros, asume las pérdidas. Pero además del presente, preocupa el futuro: la pérdida de poder adquisitivo de millares de familias agarradas a los ERTE, y a una crisis de consumo que dará prioridad a gastos necesarios y relegará todavía más la decisión de comprar un coche. Gerardo Pérez, presidente de Faconauto (Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción) teme por la recuperación del sector tras esta crisis.

-¿Cuál es la radiografía del sector de los concesionarios a día de hoy?

-Absolutamente cerrados todos los expositores por decreto. Solo permanecen unos servicios mínimos en los talleres para reparaciones de urgencias, pero con un impacto en la facturación de apenas un 1 %. En una semana se han reparado 2.400 vehículos en España, para que se haga una idea. El negocio está totalmente cerrado, y se están articulando ERTE por causa de fuerza mayor para intentar mantener el empleo, pero estamos hablando de 151.000 personas, y cada día que se permanece sin actividad aumentan los daños.

-¿Qué volumen de coches sin vender acumulan los concesionarios españoles?

-Estamos hablando de un volumen de 200.000 coches en stock, porque además de cerrar, el decreto nos cogió con muchos tráileres de vehículos en tránsito. Esos coches ahora están descargados en los concesionarios.

-¿Habrá cierres de concesionarios o despidos?

-La situación es de incertidumbre. Estamos trabajando con marcas y proveedores para que no haya ningún cierre. Pero vamos a perder 2.500 millones de euros de facturación. Si pudiéramos abrir el 11 de abril, habría muy pocas caídas en España. Si se prolonga el cierre, el escenario de cierres será inevitable.

-Pongámonos en la vuelta a la actividad. Abrirán los concesionarios pero tal vez la economía familiar tarde en recuperarse.

-Hay quien defiende la tesis de que si no se despide a nadie la economía no va a sufrir. ¡Ojalá fuera así! Hay empresas que no aguantan con un ERTE y están despidiendo. Cuando salgamos habrá más desempleo y la confianza del consumidor no será la misma. Nuestro sector va a sufrir.

-¿Pedirán un plan de ayudas a la compra?

-Precisamente hoy [por ayer] nos vamos a reunir las organizaciones del sector para consensuar nuestras peticiones. Hará falta un plan de relanzamiento potente para el sector del automóvil. Pero más que las ayudas, lo más importante es aclararle las dudas al consumidor para que compre el coche que quiera, sin preocuparse por restricciones ni otras incertidumbres. Junto con el turismo somos la gallina de los huevos de oro de la economía nacional, y sabemos que el turismo va a tardar en reactivarse, porque la gente va a tardar en dejar de tener miedo a viajar. Es importante apostar fuerte por la automoción.

-Con la economía seriamente tocada, comprar un coche eléctrico no va ser una opción para casi nadie. ¿Habrá que replantear las normativas de emisiones?

-Es que no tiene sentido mantener la normativa europea de emisiones en medio de una crisis como esta. Hemos solicitado su suspensión durante este año. Ahora tenemos que salvar las cuentas de resultados como sea. Estamos seguros que la Comisión dará marcha atrás.

-¿Está funcionando el mercado «on-line»?

-Hay contactos a través del canal on-line con clientes, pero no está habiendo comprar por Internet, que siempre ha sido un complemento, más que canal de ventas. En estos momentos, el cliente está preocupado por la salud.

-Con las fábricas paradas, ¿cuando los concesionarios abran, habrá que esperar mucho por un coche, si no está en «stock»?

-El arranque de las fábricas será lento, pero en el mercado hay producto suficiente para un arranque rápido y en unas condiciones económicas excepcionales, con grandes ofertas.