El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, dijo ayer que en España se necesitan entre 100.000 y 150.000 trabajadores para hacer frente a la recogida de las cosechas de las próximas semanas y avanzó que está estudiando con las organizaciones agrarias, las comunidades autónomas y el Ministerio de Trabajo qué medidas adoptar para encontrar una «solución satisfactoria» a la escasez de mano de obra en el campo tras las restricciones a la movilidad impuestas para frenar el coronavirus.
«Tendrá que ser una mano de obra de proximidad y habrá que buscar soluciones imaginativas en un entorno cercano», dijo el ministro en una rueda de prensa en la que recalcó que es un problema que se reproduce en otros países europeos y que hay que atajar para que no se pierdan alimentos. En cualquier caso, reiteró que el abastecimiento está asegurado y que las ventas se han estabilizado tras el pico de los primeros días de confinamiento, con crecimientos que rozan el 10 % respecto a lo habitual en estas fechas.