Bruselas alumbra un fondo de 100.000 millones de euros para contener la oleada de despidos

La Voz

ECONOMÍA

FRANCOIS LENOIR

Opta por los préstamos y no transferencias directas de dinero para sortear el bloqueo de Alemania y Países Bajos

02 abr 2020 . Actualizado a las 15:27 h.

A quien esperaba un ambicioso fondo europeo de desempleo para frenar la hemorragia de despidos que está ocasionando la crisis sanitaria seguramente el anuncio de Bruselas de esta mañana le sabrá a decepción: no habrá transferencias directas para complementar los subsidios por desempleo total o parcial en países como España o Italia. Tendrán que contentarse con pedir préstamos que deberán devolver en condiciones «favorables». Además, solo podrán optar a una parte de los 100.000 millones de euros que la Comisión Europea movilizará para mantener a los trabajadores en letargo y contener la oleada de despidos masivos que está provocando la paralización de las empresas por el confinamiento.

Aunque las expectativas del Gobierno español eran más altas, con la ministra de Economía, Nadia Calviño, pidiendo un fondo europeo de desempleo genuino, lo cierto es que le manguerazo podría ofrecer oxígeno adicional a España. ¿De qué forma? La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que el Ejecutivo comunitario acudirá a los mercados para movilizar hasta 100.000 millones de euros en financiación para cubrir los gastos de mantener el mercado laboral a flote. Los canalizará en forma de préstamos a los países más afectados por los cierres de empresas y despidos. Hasta 25.000 millones de euros vendrán de garantías de los Estados miembro. El resto se complementará con fondos europeos que todavía no se han gastado procedentes de partidas estructurales (cohesión y desarrollo regional).

Ahora bien, ese dinero no se desembolsará como ayuda al desempleo sino como complemento para ayudar a las empresas a mantener sus plantillas con jornadas reducidas: «Introducimos SURE porque muchas empresas se han quedado sin ingresos y, si no hacemos nada, tendrán que despedir a sus empleados. A consecuencia, cuando vuelva a ponerse en funcionamiento el motor de la economía, no tendrán mano de obra necesaria. Perderemos mercados y se limitará nuestra recuperación», ha explicado Von der Leyen tras anunciar la puesta en marcha de un programa que, en su opinión, da muestras de la «solidaridad» europea. La idea que subyace tras el esquema de ayudas es incentivar la instroducción en todos los Estados miembro de sistemas de paro parcial como el Kurzarbeit alemán.

Del volumen total de fondos puestos a disposición de los Estados, no hay partidas predeterminadas, pero Bruselas sostiene que serán países como España e Italia los que más se beneficien del acceso a esos préstamos para reducir la carga sobre sus sistemas de seguridad social. A la petición española y francesa de crear un fondo específico de emergencia para emitir deuda europea vinculada a la crisis sanitaria, Von der Leyen ha respondido con un portazo: «Muchos hacen llamamientos para un Plan Marshall, creo que el presupuesto europeo debe ser ese Plan Marshall para los ciudadanos europeos», deslizó. La idea de la alemana es que los Estados miembro refuercen los presupuestos de la UE del 2021-27, una vía que exigiría largas negociaciones gubernamentales cuando París, Madrid y Roma alertan de que las necesidades de financiación son urgentes. La espera de meses podría gangrenar sus sistemas productivos.

La propuesta tendrá que debatirse en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro del próximo martes. Está previsto que a la mesa del eurogrupo lleguen otras propuestas más controvertidas para pasar el filtro de Alemania y los Países Bajos, quienes se niegan a hacer transferencias directas o colectivizar todo el gasto de la crisis. Expertos como el economista  Gregory Claeys, insisten en que este primer paso de la Comisión Europea para proteger el empleo «es pequeño» (0,8 % del PIB de la zona euro) y no aborda la clave de las disputas: el reparto de la carga entre todos los países.