Preparados, listos, ya... Para autoconsumir

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Grandes cadenas de distribución como Ikea, Mediamarkt o Leroy Merlin se lanzarán a la venta e instalación de paneles fotovoltaicos para aprovechar el floreciente negocio

18 mar 2020 . Actualizado a las 07:35 h.

Con el país en estado de alarma por coronavirus, y las tiendas y centros comerciales, cerrados, salvo los que dispongan de supermercado, los consumidores interesados en lanzarse a la aventura del autoconsumo de electricidad van a tener que sumergirse en el mundo telemático para avanzar en sus propósitos. Grandes cadenas de distribución, como Ikea, Mediamarkt y Leroy Merlin, preparan su salto al floreciente negocio, aunque la última ya lo ha dado y tiene a la venta en su página web paneles solares para montar equipos fotovoltaicos en casa. Los precios oscilan entre los 2.000 y los 6.000 euros, instalación incluida.

Ikea ya comercializa este tipo de productos, pero en otros países europeos. En España tiene previsto hacerlo a partir de finales de este año. Y Mediamarkt proyecta también lanzarse al negocio. Además, Redexis se ha aliado con la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE) para vender en sus tiendas (incluye asociados como Milar, Expert o Tien21) soluciones de instalaciones solares fotovoltaicas para hogares, negocios e industrias.

Y es que el Gobierno ha tendido una alfombra roja para que los consumidores, sobre todo los domésticos, puedan producir su propia energía eléctrica para autoabastecimiento. Supone un ahorro en la factura de la luz (que puede rondar de media un 40 %) y una menor dependencia de los cambios del precio eléctrico.

De acuerdo con las recomendaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), una instalación de tres kilovatios de potencia es suficiente para cubrir la mayoría de las necesidades de iluminación y consumo eléctrico de un hogar de cuatro miembros y una superficie de setenta metros cuadrados. El plazo de amortización de la inversión -en torno a unos 5.000 euros- se situaría entre seis y diez años, aunque depende tanto de la potencia instalada como del uso que se haga de la energía. Pero, ¿qué hay que saber y hacer para convertirse en autoconsumidor de electricidad? Pues lo siguiente.

Escoger el espacio

El equipo fovoltaico (el más común) puede ir en el tejado o en el jardín. Los paneles solares fotovoltaicos son más productivos cuando los rayos del sol inciden de forma perpendicular, por lo que la orientación sur es la mejor.

Además, la nueva normativa permite que la instalación de autoconsumo no tenga que estar conectada necesariamente al edificio que alimentará, sino que puede estar en otro próximo.

Elegir una empresa

El IDAE recomienda contactar con una empresa especializada para seguir adelante: una comercializadora de electricidad (la que figure en el recibo de la luz u otra), una instaladora especializada de sistemas eléctricos, una de servicios energéticos o de renovables. Así el cliente se despreocupará de los trámites técnicos y administrativos necesarios, así como de la instalación en sí. 

Los trámites

Los principales son un estudio de viabilidad que analice la ubicación, el presupuesto y el ahorro que supondrá. Para esto, la empresa solicitará las facturas eléctricas del cliente para analizar el patrón de consumo. También son precisos trámites administrativos, que en función de la ubicación y la tipología pueden incluir licencias de obras o autorizaciones, sobre todo para instalaciones más grandes o para aquellas situadas en edificios afectados por alguna figura de protección. Una vez efectuada la instalación es preciso darse de alta en el registro autonómico (ya creado por la Xunta). La instalación de autoconsumo no requiere la colocación de un contador adicional al ya disponible en la vivienda. Los excedentes de energía que no se consuman y se viertan a la red (en la modalidad principal, que es con conexión al sistema eléctrico) se compensan ya con descuentos en el recibo de la luz. Para ello hay que solicitar el alta en la Consellería de Industria, que comunica a la distribuidora los datos del cliente. Esta, a su vez, informa a la comercializadora. Fuentes del sector explicaron que este tránsito dura más o menos en función de la agilidad de la distribuidora. El valor de la energía sobrante se pacta con la compañía, salvo los clientes de mercado regulado, para los que rige el precio dictado por Red Eléctrica.