f. fernández
Un millón de beneficiarios menos. Ese es el resultado de la entrada en vigor del nuevo modelo de bono social eléctrico, que desde diciembre del 2018 solo se concede atendiendo a criterios económicos. Es decir, el descuento en la factura de la luz se otorga a los consumidores que menos dinero ingresan, salvo las familias numerosas, que tienen derecho a la rebaja sí o sí, aunque tienen que solicitarla. Consulte aquí todos los detalles y requisitos del nuevo bono social
Según datos oficiales de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia -los más recientes se corresponden precisamente con ese último mes del año pasado-, los dos millones de beneficiarios acogidos al mecanismo de ayuda a los consumidores de electricidad de media durante el 2018, han quedado reducidos a la mitad. La nueva vara de medir ha provocado una escabechina. Hasta la implantación de los criterios económicos, el bono social se concedía a determinados colectivos a los que se les suponía pasaban más apuros de dinero: parados de larga duración, jubilados y clientes con potencia contratada de 3 kilovatios, que permiten un consumo eléctrico muy limitado. Todos ellos no han quedado directamente excluidos del nuevo mecanismo, pero para mantenerlo sí tuvieron que demostrar un tope de ingresos.