Un estudio augura que la mayoría de las compañías se irán al traste a finales de mayo
16 mar 2020 . Actualizado a las 19:01 h.Un estudio de lo más catastrofisca que quizá no lo sea. Es lo que parecen las conclusiones del Centro para la Aviación (CAPA), un organismo privado australiano que se dedica a efectuar análisis sobre el sector aéreo. Asegura que la crisis del coronovirus es tal que la mayoría de las aerolíneas pueden quebrar a finales de mayo, incapaces de recuperarse del golpe económico provocado por la masiva cancelación de vuelos y caída de pasajeros por el coronavirus.
Aunque suene casi apocalíptico, lo cierto es que las principales compañías aéreas están anunciando ya medidas de lo más drásticas, que parecen augurar la catástrofe avanzada por CAPA. Como la aerolínea de bajo coste noruega Norwegian, que ha anunciado la anulación del 85 % de sus vuelos y la suspensión temporal de empleo de 7.300 trabajadores. La semana pasada ya comunicó la cancelación de unos 7.000 vuelos hasta junio.
Además,Ryanair prevé «dejar en tierra» a la «mayoría» de su flota de aviones durante los próximos «siete o diez días», al tiempo que reducirá un 80 % su capacidad durante los próximos meses de abril y mayo.
El consorcio IAG, propietario de Iberia, por su parte, también ha avanzado que tendrá que reducir gastos y que suspenderá temporalmente contratos de trabajo e implementar opciones de vacaciones voluntarias no pagadas.
Las tres principales alianzas mundiales de aerolíneas (Oneworld, SkyTeam y Star Alliance) han pedido oxígeno para el sector con la suspensión de los derechos de vuelo (slots) para toda la temporada de verano y la rebaja de tarifas de aterrizaje. Los consorcios, que representan a casi 60 aerolíneas en todo el mundo y más de la mitad de la capacidad aérea mundial, recuerdan que la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) cifra en 113.000 millones de dolares (101.000 millones de euros) el impacto de la crisis del coronavus en el sector. Por ello, exigen a los gobiernos que tomen medidas para aliviar el desafío «sin precedentes» al que se enfrentan.