Patronal y sindicatos cierran filas con el Gobierno, pero urgen a tomar medidas laborales

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

Jesús Hellín

Los agentes sociales pactan flexibilizar los ERE y ampliar la cobertura a los trabajadores afectados

12 mar 2020 . Actualizado a las 22:03 h.

«Es el momento de la responsabilidad», dijo ayer Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, que cerró filas con los sindicatos y el Gobierno para lanzar un mensaje de unidad con el que infundir calma no solo a unos mercados en estado de pánico sino a los trabajadores y empresarios, pequeños y no tanto, que desde hace días están expectantes sobre el impacto que la crisis económica provocada por el coronavirus puede tener en su negocio. Crisis que, predijo, será «temporal».

Lo hizo tras la reunión telemática que los agentes sociales mantuvieron con el presidente Sánchez y todos los ministros económicos del Gabinete, a la que acudieron con un documento pactado la víspera en el que acordaban flexibilizar los expedientes de regulación temporal de empleo y ampliar la cobertura de los trabajadores afectados por estos, eliminando los períodos de carencia para acceder a la prestación por desempleo y poniendo el contador de esta a cero, para que se restituya el tiempo de paro consumido durante esta crisis.

Un paquete de medidas «extraordinarias», que incluía el fomento del teletrabajo y otras herramientas de conciliación, que no fue aprobado ayer, pero que los agentes sociales dan por hecho que se tramitará en pocos días, al igual que la prestación para los padres que deban faltar al trabajo para cuidar a sus hijos tras la suspensión de las clases.

Tanto sindicatos como patronal reconocieron que es difícil cuantificar el coste económico de esas medidas, porque dependerá de la duración de la crisis sanitaria, como apuntó el líder de CC.OO. Unai Sordo dijo entender que el Ejecutivo haya priorizado las medidas para garantizar la liquidez de las empresas, pero advirtió que es necesario «que las medidas afecten cuanto antes a la clase trabajadora». «Esto no va de bajar impuestos, sino de movilizar recursos que minimicen el impacto en el empleo», añadió.

En esa misma línea, desde UGT Pepe Álvarez instó al Gobierno a priorizar la agenda económica en la respuesta a la crisis y dijo que las medidas urgentes deben tomarse en cuestión de «días».

En todo caso, los agentes sociales no ponen deberes solo al Ejecutivo. Si Álvarez llamaba a la Comisión Europea a aprobar un fondo de emergencia y flexibilizar los procesos de ajuste fiscal, Garamendi invitaba al BCE a dar una vuelta de tuerca más a la política monetaria para dar oxígeno a una economía infectada.