Solventis adquiere el 80 % de Qbitia, uno de los referentes del ecosistema tecnológico gallego

Manuel Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

cedida

El equipo de la firma pontevedresa de «trading» algorítmico se mantendrá operativo en Galicia. Sus tres fundadores liderarán la filial de referencia en este ámbito dentro de la sociedad gestora fundada por el vigués Alberto Moro

12 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Qbitia, la compañía gallega especializada en trading algorítmico y que opera en las principales bolsas internacionales, dio carta de naturaleza ayer a una de las operaciones más exitosas del aún joven pero prometedor ecosistema tecnológico gallego. Solventis, una destacada gestora de valores y consultora española con oficinas en Madrid, Barcelona y Vigo y que gestiona un patrimonio de más de 1.000 millones de euros, se ha hecho con el 80 % del las acciones de la empresa pontevedresa. El acuerdo no se limita a la toma de capital, sino que va aún más lejos, pues el equipo fundador de Qbitia asumirá la dirección de la filial tecnológica del grupo. 

Luis Taboada, Francisco Román y Marcos Suárez, los tres jóvenes compañeros de la facultad de Físicas de la Universidade de Santiago que en el 2011 crearon Qbitia, se incorporarán en breve a la dirección del área tecnológica de Solventis, que se verá notablemente reforzada con la aportación de un equipo de más de una veintena de profesionales que ha demostrado acreditada solvencia en el desarrollo de algoritmos financieros. No en vano, la compañía gallega está presente desde hace tiempo en bolsas como la española, la de Chicago, Wall Street o Singapur a través de partners y grandes inversores que han depositado su confianza en las soluciones de la firma pontevedresa. 

Fue ese trabajo, de hecho, el que desencadenó la operación hecha pública ayer. Solventis contrató hace dos años los servicios de Qbitia para crear una plataforma tecnológica de colocación de deuda y acciones cuyo resultado final está a punto de ver la luz y que está llamada a procurar muchas alegrías al nuevo grupo.

Esa colaboración fue estrechándose poco a poco con el paso del tiempo, hasta que la aproximación se hizo definitiva con la compra del 80 % del capital por unas cantidades que no han trascendido por cuestiones de confidencialidad. Pero que, a tenor de las palabras del CEO de Qbitia, Luis Taboada, han dejado buen sabor de boca en las oficinas de la ciudad del Lérez. «Estamos muy contentos, la verdad. Este es el paso natural de la compañía, un éxito tremendo después de muchos años trabajando a destajo. La oferta era muy buena y las posibilidades que se nos abren ahora son ilusionantes. Solventis va a inyectar liquidez para afrontar nuevos proyectos», argumenta.

Taboada y sus dos compañeros de aventura mantendrán sus cargos y verán crecer sus responsabilidades en tanto que la integración en Solventis amplificará la dimensión de sus operaciones. El equipo de profesionales de Qbitia seguirá activo además desde Galicia, reforzado por el departamento tecnológico con el que ya contaba el grupo financiero.

El CEO de Solventis, Alberto Moro, un vigués que lleva 35 años fuera de Galicia trabajando en distintos países en el negocio de las finanzas, se felicitaba ayer por una operación que lo satisface tanto desde el punto de vista profesional -«Qbitia nos permite apuntalar la parte tecnológica al máximo nivel»- como del personal, al reforzar el potencial y el recorrido de la compañía en la que es su tierra. 

El negocio se sofistica

Moro y su equipo han tomado la decisión de mantener ambas marcas de cara a los inversores. Solventis, focalizada en las finanzas corporativas, gestión de patrimonios, sector inmobiliario... y Qbitia al frente de la división tecnológica del grupo. «Nosotros ya éramos líderes nacionales en el ámbito de la consultoría de control de riegos, pero este es un negocio que cada vez se sofistica más con la aportación de tecnologías y Qbitia nos va a permitir reforzar esa posición, subir escalones en definitiva en el conocimiento del riesgo», detalla.

El CEO de Solventis sostiene que no tendría sentido renunciar al posicionamiento y el prestigio que la compañía pontevedresa ha alcanzado desde que echó a andar: «Luis, Fran y Marcos han hecho un gran trabajo y la marca tiene un valor al que no queremos renunciar».

Y es en esta línea de reconocimiento en la que enmarca las nuevas, y ampliadas, responsabilidades que los tres fundadores de Qbitia tendrán ahora que se integran en un grupo financiero con un peso específico en el mercado español. Moro pone en valor además el inminente lanzamiento del proyecto que propició el primer acercamiento entre ambas empresas y que ahora ha culminado con la integración. «Este proyecto va a ganar protagonismo y dimensión por todo lo que le aporta directamente a Solventis», adelanta.

Una necesidad local que se convirtió en global

La de Qbitia no es la clásica historia de la tecnológica parida en un garaje. Pero casi. La suya es la crónica de una pequeña necesidad local que se convirtió en idea global. Fue Luis Taboada quien convocó en el año 2010 a Francisco Román y Marcos Suárez, sus compañeros en las aulas de la facultad de Físicas, para que lo ayudasen a automatizar tareas que realizaba como trader (agente bursátil). El actual CEO de Qbitia gestionaba una family office y quería agilizar su operativa apoyándose en los algoritmos

Ninguna de las soluciones que ofrecía el mercado le convencía porque cada de una de ellas tenía alguna carencia. No había una plataforma que abordase todas sus necesidades de forma integral. Fue por ello por lo que se puso en contacto con sus colegas: Taboada quería crear un software específico que diese una respuesta global a la automatización de las operaciones bursátiles. Acababa de nacer Qbitia.

Los comienzos fueron complicados. Los tres trabajaban los fines de semana desde el salón de sus casas con un propósito global: su plataforma tenía que permitir a cualquier inversor aprovecharse de las capacidades del trading algorítmico sin necesidad de tener conocimientos de programación. Con esa vocación, el salto al emprendimiento era cuestión de tiempo. Y así ocurrió en el 2011

La consolidación

El resto de la historia se escribe con dos palabras: trabajo y reconocimiento. Los fundadores de Qbitia empezaron a rodearse de talento en su sede de Pontevedra hasta edificar una de las startups de las que todo el mundo hablaba en el ecosistema tecnológico gallego. Cruzar al este del telón de grelos era cuestión de tiempo. Sus algoritmos seducían a las bolsas de medio planeta. Y, por supuesto, también al capital riesgo. En julio del 2016, Adara Venture, uno de los fondos de referencia del mercado español, entraba en el accionariado de la compañía gallega y dejaba claro a quien dudase que la cosa iba muy en serio.

A las puertas de cumplir una década de vida, la compra por parte de Solventis es el penúltimo capítulo de una historia a la que aún le quedan muchos capítulos por redactar.