El BCE anuncia ayudas paliativas: compra de deuda pública por 120.000 millones de euros y liquidez a los bancos

ECONOMÍA

Ralph Orlowski

Las bolsas se desploman hasta un 11 % tras conocer el paquete de medidas, que excluye la bajada de tipos de interés

12 mar 2020 . Actualizado a las 17:55 h.

Decepción. Es el sentimiento que ha embargado a las bolsas tras salir a la luz los planes del Banco Central Europeo (BCE) para hacer frente al impacto económico del coronavirus en las economías del euro. No habrá bajada de tipos de interés (en negativo desde el 2014) y eso ha empujado a los principales índices europeos a caer en torno a un 11 % este mediodía. Los mercados envían una señal clara a la eurozona: las medidas son insuficientes. 

Sí habrá ayudas paliativas para evitar la asfixia económica que está provocando el patógeno. Y es que el organismo liderado por Christine Lagarde, ha anunciado que ampliará el programa de compra de deuda pública hasta los 120.000 millones de euros hasta finales de año. Además, abrirá vías de liquidez a los bancos para que siga fluyendo el dinero a las empresas y familias. ¿Cómo? Las entidades podrán utilizar todos los fondos en reserva para evitar que se estrangule el crédito. Eso sí, ni un solo euro de ese colchón podrá utilizarse para pagar dividendos. Todo deberá aprovisionarse para ayudar a la economía real. 

Fráncfort ha sacado una parte de la poca artillería que le queda para poder hacer frente a shocks como el del 2008, cuyo fantasma revoloteó estos días sobre las conversaciones de las autoridades europeas. La propia Lagarde advirtió esta semana a puerta cerrada del riesgo de revivir esos años oscuros si los gobiernos no reaccionan de forma urgente y coordinada. Y hoy lo ha vuelto a hacer al exigir a los países del euro 

Y eso es precisamente lo que falta en la UE. Al margen del escaso y etéreo plan de Bruselas de echar mano a la hucha para recuperar 7.500 millones de euros de partidas presupuestarias pendientes de ejecución, no hay nada nuevo sobre la mesa. París exige planes fiscales ambiciosos en toda la UE para mantener vivas a las economías, Berlín ha lanzado un mensaje totalmente contrapuesto: nada de medidas extraordinarias ni más gasto público en países que no se lo pueden permitir. Y en medio se ha quedado Bruselas que mañana anunciará un plan de flexibilización de los objetivos de déficit y deuda para remar en la misma dirección que el BCE y acompañar sus medidas.