En la marcha reivindicativa y feminista participaron colectivos sociales, sindicatos, numerosos grupos de jóvenes, representantes de los cuatro grupos políticos en el Concello y una gran masa silenciosa que acudió a defender la igualdad. Los lemas y las pancartas que se podía ver aludían a diferentes ideas: «Que el privilegio no nuble tu empatía», «Feminismo = Igualdad», «Moucho, non te temos medo!!!», «A prostitución é a violencia máis antiga do mundo», «Libres e diversas», «Invisibles e precarias», «Mulleres pensionistas, tamén feministas», «Mulleres á rúa, a loita continúa», «Non nos matan, foron asasinadas», entre otros lemas.
Barbanza
La lluvia obligó a suspender algunos actos. El lema «aquí está, aquí se ve, o feminismo de Barbanza en pé!» resonó con fuerza en la comarca para reclamar igualdad y combatir el machismo. La intensa lluvia que regó la zona durante toda la mañana obligó a suspender los actos que estaban previstos en Boiro, pero no evitó que las manifestaciones previstas en A Pobra y en Ribeira recorrieran las calles al ritmo de batucadas. Las alusiones a la desigualdad, la brecha salarial, la violencia sexista y los asesinatos machistas no faltaron en los cánticos que resonaron en las calles de la capital barbanzana en una jornada festiva y de reivindicación en la que se lanzaron mensajes para animar a mantener la lucha feminista, no solo por parte de las mujeres: «Fronte ao machis, todos nos uniremos, mulleres e homes con el acabaremos».
Ferrol
Multitudinaria movilización. La marcha violeta del 8M llenó el centro de Ferrol. La multitudinaria movilización con motivo del Día Internacional da Muller atestó la calle principal de la urbe naval tras su salida desde plaza de O Inferniño, desde la que se inició el paso pasado el mediodía.
El colectivo Galegas 8M Ferroletrra encabezó la jornada reivindicativa, bajo el lema «Sen coidados non hai vida. Mudando o sistema, derrubando o patriarcado», a la que también asistieron representantes políticos, sindicales y asociativos del ámbito local. La movilización feminista abarrotó los cerca de 500 metros que separan la plaza de España y la de Armas. En esta última, frente al consistorio, la marcha se detuvo para elevar el tono de las denuncias contra la desigualdad, el machismo y el patriarcado.
Casi una hora después de iniciada la marcha, en torno a la una y cuarto, la corriente violeta, con la percusión de las Batukeiras abriendo el paso, Amboage acogió a la multitud congregada para la lectura de los manifiestos leídos por las feministas del ámbito de la cultura, Eugenia Sanmartín y Lidia Castrillón, y del deporte, Sandra Prieto, segunda entrenadora del equipo femenino de baloncesto Universitario Baxi.
Santiago
En Santiago el acto central del 8M se trasladó a la tarde para aprovechar la llegada de los estudiantes en la tarde del domingo. Por la mañana, cientos de personas participaron en cuatro «ruadas» desde distintos puntos de la ciudad que acabaron confluyendo en el entorno de la plaza de Galicia. Hubo música, batucada, mucho morado, consignas y un bonito lema para el Día da Muller, Polas que tecen a vida cada día.
La manifestación partió a las 19.30 de la praza 8 de marzo y recorrió parte de la zona vieja de Santiago hasta el Obradoiro. Miles de personas de todas las edades acudieron a este acto en el que pudieron escucharse cánticos como mulleres somos, mulleres seremos, e na casa non nos quedaremos.
Costa da Morte
En la Costa da Morte hubo dos grandes manifestaciones por el Día de la Mujer. La primera, a las 12.00, recorrió las calles del centro de Cee, con una nutrida presencia de asistentes. Pero fue muy superior la de Carballo, con centenares de personas, que comenzó a las 19.00 horas y terminó 80 minutos más tarde. En su último tramo, diversas mujeres leyeron un manifiesto con las reivindicaciones de Mulleres 8M que se escucharon por otras muchas localidades gallegas. En Vimianzo y Malpica celebraron marchas el sábado por la noche.
Vigo
25.000 personas. El centro de Vigo volvió a colapsarse un 8 de marzo para reclamar la igualdad entre hombres y mujeres, pero, sobre todo, para exigir que no se produzca ni una agresión más a ninguna mujer. Pancartas y más pancartas se ondeaban entre miles de cabezas (el primer recuento de la Policía Nacional elevaba la asistencia a unas 25.000 personas antes de su finalización), igual que la música y los gritos exigiendo, que no reclamando, el cumplimiento en libertad de sus derechos. Los partidos, sin pancartas en general pero con muchas caras, también formaban la marea humana que se deslizó por Urzaiz envidando un órdago por la igualdad que, visto lo visto, parece imparable.
Ourense
Por toda la provincia. En Ourense se sucedieron las actividades del 8M por toda la provincia. En la ciudad hubo convocatorias de la Marcha Mundial das Mulleres, PSOE y CC. OO. y el Concello promovió la prueba deportiva «Son libre para correr». En diferentes puntos de la provincia, como O Carballiño, Celanova, Laza o Ribadavia, entre otros, se sucedieron las convocatorias. En Ribadavia el Concello recordó a las hermanas Touza con una placa y el recorrido teatralizado y en Loureiro (Nogueira de Ramuín) se dio continuidad a la manifestación del pasado año, cuando se reivindicó que las mujeres también querían ir al único bar del pueblo.
Un movimiento en continuo crecimiento
El auge del movimiento feminista en España en los últimos años ha tenido su mejor reflejo en la calle, en las manifestaciones convocadas el 8 de marzo en todas las urbes patrias. Y para muestra, un botón. Según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Madrid, en el año 2000 la convocatoria feminista de Madrid reunió a unas mil personas, una cifra que subió hasta las 1.500 en el 2001 y cayó un año después a 800 asistentes.
Las cosas no cambiaro demasiado en los siguientes años. Hasta el 2017. La internacionalización de las protestas, que incluían por primera vez un paro en 50 países, así como la irrupción del discurso feminista como prioritario por parte de algunos partidos políticos, hicieron despegar al movimiento feminista. Así, ese año la marcha central de la capital, encabezada por el cartel «Juntas y fuertes, feministas siempre. Paro internacional contra el heteropatriarcado» congregó a 40.000 personas entre el Paseo de Prado y la Plaza de España. El desborde inesperado de gente obligó a la Policía a cortar al tráfico la Gran Vía y la Plaza de España.
En 2018, ya con más planificación, la afluencia a la manifestación se cuadruplicó hasta alcanzar la cifra de 170.000 personas, lo que fue calificado como «récord histórico». Sin embargo, el 8M del año pasado, que vino acompañado por una huelga feminista en toda España, pulverizó esa cifra hasta alcanzar los 375.000 asistentes desplegados.
Ana Balseiro
Como cada 8 de marzo, las mujeres toman las calles reclamando igualdad en todos los ámbitos. El salario no es una excepción, porque, pese a los brotes negacionistas, las estadísticas ponen -tozudas- negro sobre blanco no solo la existencia de una brecha retributiva de género, sino su persistencia.
El último informe del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), Brecha salarial y techo de cristal, cifra en el 27,3 % o, lo que es lo mismo, en casi 4.600 euros brutos al año, el dinero que, de media, perciben de menos las trabajadoras gallegas en comparación con sus compañeros varones. Aunque el estudio sitúa a la comunidad ligeramente mejor que el conjunto del país (la diferencia en España se acerca a los 5.000 euros, un desfase del 28,6 %), desvela, sin embargo, un dato preocupante, ya que la brecha creció en Galicia, comparando los datos del 2018 (último ejercicio disponible de la Agencia Tributaria) con los del 2005.
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