El Gobierno salva el primer trámite de los Presupuestos gracias a ERC y Bildu

Paula de las Heras MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Chema Moya

Hacienda deja atado el techo de gasto del 2021 por si no logra aprobar las cuentas este año

27 feb 2020 . Actualizado a las 23:40 h.

El Gobierno de Pedro Sánchez está un paso más cerca de aprobar sus primeros Presupuestos Generales del Estado. Esquerra Republicana de Catalunya y EH Bildu alimentaron este jueves las esperanzas del Ejecutivo de coalición al permitir la aprobación de la senda de estabilidad presupuestaria que acompaña al techo de gasto de las cuentas públicas. Después de haber mantenido el suspense hasta el mismo debate, ambas fuerzas anunciaron su decisión de repetir la abstención que ya permitió a Sánchez superar en enero su investidura.

Los socialistas contaban en su fuero interno con ese resultado, después de que la víspera se constituyera la mesa de negociación con la Generalitat, el requisito impuesto por los republicanos para facilitar la gobernabilidad. «Más gestos no podemos hacer», reconocía un ministro. Aún así, las tensiones entre Esquerra y JxCat, los dos socios del Gobierno catalán, hacían temer un descuelgue en el último momento. Algo que, según fuentes de la formación liderada por Oriol Junqueras, estuvo a punto de suceder.

De hecho, el partido de Puigdemont votó en contra de los objetivos de déficit y deuda planteados por el Ejecutivo, junto con la CUP, PP, Vox y Ciudadanos. Una decisión que abrió un nuevo frente con los republicanos, que los acusaron de cambiar el sentido de su voto al saber que ellos se abstendrían, para capitalizar en Cataluña la oposición al Gobierno central.

Pero el voto de los neoconvergentes era esta vez irrelevante, porque tanto el Partido Regionalista de Cantabria como Coalición Canaria votaron a favor de la senda de estabilidad presupuestaria, que contempla un déficit del 1,8 % del PIB para este año, frente al 0,5 % fijado en su día por el Ejecutivo del PP.

Pese a la euforia con que las bancadas del PSOE y Unidas Podemos celebraron haber superado este primer escollo parlamentario, la tramitación de las cuentas aún se antoja complicada, ya que no depende del proyecto presupuestario en sí, sino que estará condicionada por la evolución del escenario político en Cataluña.

Montero tiene ya un plan B

De hecho, en un movimiento inesperado, Hacienda aprovechó para remitir al Congreso el techo de gasto para las cuentas del 2021 (131.437 millones de euros, un 3 % más que los 127.609 fijados para este año), que también se votó junto a la senda de estabilidad, algo por completo inusual. Con este movimiento se cubre la espaldas para tramitar con más celeridad las cuentas del próximo año. El objetivo de Sánchez es enviar a las Cortes los Presupuestos del 2020 antes de finales de marzo, pero la ministra María Jesús Montero admitió recientemente que no lo hará si no tiene garantizados los votos necesarios para superar el debate de totalidad.

Y esto depende por completo de la posición de ERC, que ayer ya deslizó, por boca del vicepresidente catalán, Pere Aragonès, del riesgo de hacer coincidir la votación de las cuentas con la campaña catalana, «porque puede mezclarse y no es el mejor momento para sentarse a negociar».

Si la tramitación de las cuentas de este año se retrasara mucho, dejaría de tener sentido. El Gobierno tendría que pasar directamente a las siguientes. Al tener ya el visto bueno para el techo de gasto del 2021, se ahorrará una nueva votación en un momento delicado y podría presentar directamente el proyecto.