El temor al virus hunde las bolsas y amenaza el crecimiento mundial

C. Vallejo, S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ, COLPISA

ECONOMÍA

KIMIMASA MAYAMA | Efe

El Ibex 35 registró la segunda mayor caída en lo que va de año al preder un 3,55 % y bajar de los 9.000 puntos

27 feb 2020 . Actualizado a las 21:59 h.

El coronavirus ya no es solo una alerta sanitaria, ahora la amenaza también se ceba con la economía. A pesar de que la crisis provocada por el COVID-19 daba el miércoles un leve respiro a los parqués de todo el mundo -que se tiñeron completamente de rojo durante la jornada del lunes y la del martes-, las bolsas volvieron a levantarse ayer gripadas. Y la fiebre les duró toda la jornada.

El Ibex 35 perdió un 3,55 %. La segunda mayor caída en lo que va de año. El tropiezo de ayer provocó que el selectivo español perdiera el nivel de los 9.000 puntos y cerrara la jornada en los 8.985,9 puntos. El coronavirus ha provocado que la bolsa patria se haya hundido casi un 11 % en solo seis sesiones. Ello implica que la caída total supera los mil puntos. Desde la quiebra de Lehman, afirma Aitor Méndez, de IG , el Ibex 35 solo registró una caída de esta dimensión en menos de cuatro días cuando se publicó el resultado del referendo del brexit.

España no ha sido la única que ha sentido el resfriado provocado por el coronavirus. El miedo al avance del COVID-19 y su impacto en la economía mundial ha provocado una repetida situación de incertidumbre en todos los mercados internacionales. Las bolsas del Viejo Continente se comportaron ayer de la misma forma que la patria. En Londres, la caída registrada fue del 3,49 %, una cifra muy similar a la que dejó París (3,32 %), Fráncfort (3,19 %) o Milán (2,66 %). Tampoco dejó datos muy halagüeños el barril de petróleo Brent, referencia para Europa, que tras las caídas registradas ayer acumula ya un descenso del 13 % desde el 20 de febrero.

Las empresas temen el impacto

China, además de representar una quinta parte de la economía mundial, es la gran fábrica del planeta, por lo que la crisis del coronavirus tiene un impacto directo en la cadena de producción de miles de compañías de todo el mundo. La mayoría de fábricas están cerradas y las que no, tienen un horario de trabajo restringido.

Ante la imposibilidad de tener una fecha aproximada de cuándo se podrá contener el virus, muchas grandes empresas están teniendo que resignarse a reducir sus expectativas de crecimiento para los próximos trimestres. Uno de los primeros fue la compañía china Alibaba, una de las mayores plataformas de comercio electrónico del mundo, que reconoció esta semana que los ingresos en el primer trimestre del año podrían caer después de años de crecimiento continuado.

Microsoft también se unió a la lista de las grandes empresas que prevén una caída de beneficios. Aseguró que incumplirá su previsión de ingresos este trimestre por la caída de las ventas y porque la cadena de suministro va a un ritmo más lento de lo esperado. Y en España tampoco se podrá escapar a las consecuencias. Ayer se conoció que Volkswagen Navarra plantea un expediente temporal de regulación de empleo «preventivo» por posibles problemas en la cadena de suministros, por lo que la dirección convocó a la comisión sindical para iniciar el proceso e negociación. Uno de los más mediáticos ha sido el caso de Apple. El gigante tecnológico ha advertido de que su previsión para el primer trimestre de ventas por valor de hasta 67.000 millones de dólares no será posible, por el cierre de fábricas en China, la caída en las ventas y el cierre de tiendas.

Recorte del crecimiento

Hace unas semanas el FMI alertaba de las consecuencias que el COVID-19 podría tener para la economía mundial. Y a estas advertencias se sumaron ayer las de Bank of America. La firma recortó ayer dos décimas sus previsiones de crecimiento en España para este año, hasta el 1,4 % del PIB. Pero no es la única que sufrirá las secuelas del virus. A nivel mundial, Bank of America rebajó el crecimiento para este año al 2,8 %, frente al 3,1 % previsto inicialmente. La que se lleva la peor parte es la economía italiana. La calculadora de la entidad apunta a que el coronavirus hará que este país entre en recesión este año (se contraerá un 0,2 %).

Las compañías pagarán las bajas de los empleados aislados 

Las primeras consecuencias de la expansión del coronavirus a España serán para empresarios y trabajadores afectados por la enfermedad, puesto que sus bolsillos se pueden ver afectados. El Gobierno ha determinado que aquellas personas que están en cuarentena por haber dado positivo tendrán que acogerse a una baja por incapacidad temporal (IT). Esto significa que los afectados tendrán derecho a las correspondientes prestaciones.

El problema es que, salvo que el convenio del trabajador recoja lo contrario, los afectados no cobrarán por los primeros tres días de aislamiento, ya que así esta establecido por ley. A partir del cuarto día y hasta el 20 recibirán el 60 % de su base reguladora, a excepción, de nuevo, de que el convenio diga otra cosa. Este es el caso en el que previsiblemente se encontrarán las personas recluidas por coronavirus, ya que la cuarentena establecida para esta epidemia es, hasta ahora, de 14 días.

Hasta el día 15 lo pagará el empresario, y a partir de entonces la Seguridad Social. Es verdad que los convenios de las grandes empresas normalmente se hacen cargo del pago del salario de esos tres días e incluso aunque el pago por incapacidad temporal es un porcentaje de la base reguladora, muchos trabajadores no sufren ninguna reducción y siguen cobrando lo mismo estando de baja que cuando no lo están. Esto es así por la empresa complementa lo que le falta al subsidio para alcanzar el sueldo habitual y es un compromiso fijado en muchos convenios colectivos. Hay 9,8 millones de trabajadores protegidos por convenios. Esto ocurrirá con los turistas aislados en el hotel H10 Costa Adeje del sur de Tenerife.