La banca reclamó a 122 clientes de Pescanova casi 600 facturas falsas

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

La consultora KPMG describió una empresa en pérdidas, que se comía sus fondos propios «a toda velocidad»

26 feb 2020 . Actualizado a las 12:09 h.

Durante los primeros meses del 2013, 122 clientes recibieron reclamaciones de entidades bancarias por el impago de casi 600 facturas falsas que Pescanova no incluyó en su contabilidad, pero que sí se descontó en los bancos para conseguir 5,5 millones de liquidez, justo antes de destaparse que maquillaba las cuentas para ocultar su deuda y seguir financiándose. Es una de las irregularidades que desveló el informe forense realizado por KPMG y que sus tres autores desmenuzaron ayer ante el tribunal que juzga a la antigua cúpula.

En la que fue la primera prueba pericial del juicio, Pau Bernad, socio responsable de Forensic de KPMG, que actuó como portavoz del equipo, explicó los hallazgos de la investigación, en la que el fiscal basa su acusación. Describió una empresa en pérdidas, que se comía sus fondos propios «a toda velocidad» y que planificó un entramado irregular para mantenerse a flote tras la «tormenta perfecta» que supuso la coincidencia de sus cuantiosas inversiones acuícolas con el estallido de la crisis financiera, que le redujo y encareció el crédito.

En la sala volvieron a diseccionarse sociedades instrumentales, créditos documentarios o precios inflados más de un 1.000 % en ventas inexistentes, una operativa de la que -según KPMG- el expresidente era muñidor.

La defensa de Fernández de Sousa, por su parte, subrayó que todo se hizo por la supervivencia de la compañía. «¿Qué habría hecho usted? ¿Liquidarla?», le espetó a Bernad, que le respondió: «Lo que no habría hecho es seguir acrecentando la bola de nieve». El perito destacó también que no le constaba que a los bolsillos de los directivos se desviara «ni un solo euro».