La tasa de temporalidad cayó en el 2019 por primera vez en siete años

efe MADRID

ECONOMÍA

Eduardo Parra | Europa Press

La reducción fue mayor entre los empleados hombres que entre las mujeres y descendió, sobre todo, en el sector privado

09 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La tasa de temporalidad en España, porcentaje de trabajadores que tiene un contrato de duración determinada, se redujo en el 2019 ocho décimas, la primera caída en siete años. La reducción fue más profunda entre los empleados hombres que entre las mujeres y se debió al descenso en el sector privado, frente al repunte en el público.

Según los datos de la encuesta de población activa (EPA), la tasa ha pasado del 26,9 % en el 2018 al 26,1 % al cierre del 2019, la primera caída en comparativa anual desde el 2012, cuando se situaba en el 22,8 % tras haberse reducido en más de diez puntos durante los años de crisis.

Al detalle, la evolución en el 2019 es diferente entre hombres y mujeres: mientras que entre ellos ha caído 1,3 puntos -del 26,2 % del 2018 al 24,9 % del año pasado-, en el colectivo femenino apenas lo ha hecho dos décimas, al pasar del 27,6 % al 27,4 %. También difiere la evolución entre el sector privado, donde ha bajado del 27 % al 25,7 %, y el público, donde se ha incrementado más de un punto al pasar del 26,3 % al 27,8 %. En cifras absolutas, unos 4,3 millones de trabajadores tenían contrato temporal al cierre del 2019, frente a los 12,4 millones con indefinido. Durante el año, el número de asalariados indefinidos aumentó en 414.200 personas, mientras que el de temporales se redujo en 21.600.

A la cabeza de Europa

Detrás de estas cifras, que siguen situando a España como el país de la UE con mayor tasa de empleados temporales -casi el doble que la media europea, que se mantiene en el 14,2 %-, hay distintos factores. En el caso del sector privado, el comportamiento puede señalar un punto de inflexión en el mercado laboral antes de un cambio de ciclo, expone la economista sénior de Funcas, María Jesús Fernández. En el último año, explica Fernández, se ha reducido la contratación temporal y se ha acelerado el empleo indefinido, algo que también ocurrió antes del inicio de la anterior crisis.

«No esperamos otra crisis pero sí otra etapa», dice. Y recuerda que en esta fase expansiva la temporalidad se mantuvo en niveles más moderados que en la anterior por la reducción del coste del despido que conllevó la reforma laboral.