El Banco de España pide flexibilidad laboral para los mayores de 50 porque pierden habilidades

La realidad del mercado laboral español refleja una «aceleración de la pérdida de las habilidades cognitivas» de los trabajadores mayores de 50 años. A partir de ese momento comienzan a «deteriorarse» esas capacidades, aunque de forma muy gradual. A esa radiografía, extraída del Programa de Evaluación Internacional de las Competencias de Adultos de la OCDE, se agarra el Banco de España para sugerirles una serie de cambios a las empresas. El objetivo, que ese personal que comienza a estar más cerca de la jubilación, o que la tenga, pongamos por ejemplo a 15 años vista, pueda desarrollar su carrera hasta llegado el momento de salir del mercado laboral. Esto es, que no se jubilen antes de tiempo.

El organismo que pilota Pablo Hernández de Cos (a solo un año de entrar en la cincuentena) expone que este deterioro de las habilidades, a partir de una cierta edad, «sugiere la conveniencia de poder reasignar las tareas de los trabajadores para que puedan seguir manteniendo una carrera laboral productiva». Es decir, no relegarlos en los últimos años de su vida en activo a un puesto en el que esperar a que llegue el momento de jubilarse.

Las recomendaciones del Banco de España están recogidas en el artículo Envejecimiento, productividad y situación laboral, un análisis en el que sus autores aconsejan «incorporar esquemas de flexibilidad interna en las empresas» para «favorecer ajustes de las condiciones» de determinados colectivos de mayor edad. Ya sea en materia salarial, de horarios o de duración de sus jornadas. Y ponen de relieve la «relación positiva» que existe entre la edad real de jubilación y la posibilidad de disponer de un trabajo con tareas adecuadas a esa edad: cuanto más idóneo es ese puesto para el empleado respecto a su edad, y más cómo se encuentre ejercitándolo, más tiempo tardará en retirarse.

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