Las grandes compañías son las que tardan más en pagar las facturas de sus proveedores
08 dic 2019 . Actualizado a las 16:59 h.Casi la mitad de la población española trabaja hoy como autónoma o falsa autónoma y, según un informe reciente de la OCDE, sus jubilaciones futuras estarán por debajo del umbral de la pobreza. Las condiciones laborales de los trabajadores por cuenta propia se han precarizado en los años de crisis y parece que esa tendencia se afianzará en los próximos años en vista de la dificultad que tienen para cobrar y hacer frente a sus pagos.
Según un informe publicado hoy por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), la morosidad entre empresas ha aumentado 12 días desde el 2016. Si la ley establece un límite de 60 días para afrontar los pagos pendientes, las empresas españolas están reembolsando el dinero en 89 jornadas.
Quienes menos tardan en hacer frente a sus obligaciones son los autónomos sin trabajadores a su cargo y micropymes, conscientes de los desequilibrios que pueden sufrir las cuentas de un negocio si no se cobra a tiempo. Según ATA, los trabajadores por cuenta propia tienen hoy más problemas para poder afrontar sus deudas con los proveedores y otros autónomos. En el 2019 han superado la barrera legal de morosidad, cuando en el 2016 tan solo se demoraban 49 días de media.
Más grandes, más morosas
En el extremo opuesto están las grandes y medianas empresas. Son las que más tardan en pagar y lo hacen con plazos que van desde los 122 a los 116 respectivamente. A pesar de disponer de una cuota de mercado mayor, el saldo que arrojan estas compañías es muy negativo para sus proveedores. «Según va escalando el tamaño de empresa, van empeorandon los periodos medios de pago», señala ATA. Su presidente, Lorenzo Amor, sostiene que son las grandes empresas y las Administraciones públicas las que están asfixiando a los trabajadores autónomos, quienes se ven obligados a retrasar los pagos porque sus clientes no cumplen con los plazos: «La morosidad es uno de los principales problemas que sufren los autónomos y que frenan en seco su continuidad y consolidación. No nos vamos a cansar de pedir un régimen sancionador para aquellos que incumplan los plazos de pago estipulados por ley de manera sistemática y asidua», sostiene en el comunicado.
Aunque las empresas de mayor tamaño son las únicas que han reducido sus periodos de morosidad (de 130 a 122), Amor insiste en que «muchos autónomos se ven abocados a cerrar por no poder soportar los impagos de aquellos para los que realizan trabajos, adelantando recursos, materiales y esfuerzo. Para que los autónomos no sufran más deben recibir el pago de su trabajo en tiempo y forma».
Las gallegas pagan antes
Por Comunidades Autónomas, las empresas que más han aumentado el tiempo de pago respecto al 2016 han sido Asturias (21 días), Canarias (21 días), Castilla-León (20), La Rioja (17), Castilla-La Mancha (16) y Galicia (15). Las compañías gallegas tardan de media en pagar 86 días. Aunque son más morosas que hace tres años, lo cierto es que solo Navarra (78 días), Baleares (79) y Cantabria (85) son más ágiles pagando las facturas de otros autónomos o empresas.
