Rodrigo Fernández de Castro: «En Galicia tenemos suficiente mercado para nuestros negocios»

Sara Cabrero
Sara Cabrero LA VOZ

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

Del legado de Amador de Castro nace Figrupo, con negocios distintos pero con la comunidad como nexo común

08 dic 2019 . Actualizado a las 19:35 h.

Tras más de tres décadas liderando un grupo de empresas con renombre en Galicia, Amador de Castro decidía dar paso a la siguiente generación, un equipo de personas que lleva más de quince años en el grupo y que recogen las semillas plantadas por el fundador, con la idea de seguir consolidándolas y reforzándolas. De ahí nace el grupo Fomento de Iniciativas, Figrupo, una sociedad compuesta por cinco «patas» completamente diferentes pero que comparten la misma filosofía. Algunas, como Abeconsa, forman ya parte de la historia empresarial gallega. Otras, como las residencias de mayores Raiola, llegan para reivindicar un lugar. Al frente del grupo se encuentra Rodrigo Fernández de Castro.

-¿Qué brazos conforman Figrupo y en qué consisten?

-Trabajamos en sectores como la construcción inmobiliaria a través de Abeconsa, pasando por el sector náutico, el tratamiento de vehículos fuera de uso y, últimamente, dos sectores nuevos para nosotros que son el de las gasolineras independientes y un nuevo proyecto que hemos iniciado hace poco de residencias de mayores.

-¿Por qué la decisión de optar por sectores tan diferentes?

-Entendemos que hay un nexo común entre todos, que es el modelo de gestión y, principalmente, la vinculación con Galicia. Somos un grupo principalmente gallego.

-Una de las últimas apuestas son las residencias de mayores, ¿por qué este negocio?

-Las residencias son un sector que en todos los foros se califica como de apuesta. Pero nosotros entramos porque entendemos que nuestro modelo de residencias va a aportar algo más. No entramos para hacer residencias como se hacen hoy en día, que son muchas de ellas fantásticas. Queremos aportar un modelo diferente que viene del norte de Europa, un proyecto en el que nos hemos metido más por el fin y por la satisfacción del modelo que por los resultados que pueda dar.

-¿En qué se diferencia este modelo del tradicional?

-Convierte a la persona en el centro de la residencia. La residencia es la que se tiene que adaptar a la persona, y no al revés. Se personalizan desde los horarios de las comidas hasta las actividades. Entiende que para facilitar el bienestar de las personas hay que darles autonomía y reforzar su dignidad. Y todo eso se consigue dando continuidad a los procesos que las personas vienen desarrollando en su casa. La idea es que cuando entren en una residencia se intenten mantener sus hábitos y sus costumbres, y facilitarles el día a día. Requiere mucho más esfuerzo de adaptación, pero a cambio el bienestar de los residentes se incrementa.

-Otra de las novedades son las gasolineras...

-Llevamos años trabajando en este sector porque es un proceso que administrativamente es muy lento. Hemos abierto la primera en Cee y tenemos una parcela en Santiago para la que ya hemos pedido licencia y que esperamos que sea la segunda gasolinera en nuestra pequeña red.

-¿Darán el salto con las gasolineras al resto de España?

-No. Entendemos que en Galicia tenemos suficiente mercado para casi todos nuestros negocios. A excepción de Abeconsa, que también trabaja en Madrid, un mercado muy grande en el que siempre hemos sido bien recibidos.

-En lo que respecta a Abeconsa, ¿la idea es mantener la línea de negocio de estos años?

-Sí. Desde hace dos o tres años Abeconsa ha pegado un salto importante. Se ha realizado una inversión muy fuerte en la compra de activos y la línea de promoción se ha reforzado. Ahora mismo dispone de solares en A Coruña, en Santiago, en Vigo y en Ferrol para desarrollar promociones. La promoción que tenemos es de tamaño medio con precios que siempre intentamos que sean ajustados dentro de lo que es el mercado y con una vocación de calidad y garantía muy alta. La idea es que pasen cinco o diez años y las viviendas de Abeconsa tengan un valor en el mercado.

-Construcción, residencias... Y también tratamiento de coches, ¿en qué consiste este negocio?

-Se busca un punto añadido al desguace. Se inició como tratamiento puro de vehículos, con un porcentaje de tratamiento de los más altos. Y a día de hoy se ha reorientado un poco al mercado de piezas de segunda mano. Se pueden comprar a través de una aplicación o incluso por eBay y otros portales. Los vehículos se desmontan, se clasifican los componentes y existe un almacén donde todas las piezas están indexadas y cualquiera desde su teléfono móvil puede comprar el retrovisor del coche o el faro trasero.