La CNMV reprocha a las cotizadas su mala imagen por los casos de corrupción

J. M. Camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Fernando Alvarado | Efe

Aconseja a las empresas a «tratar de impedir o reducir al máximo la probabilidad de que se produzcan prácticas de carácter irregular»

26 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha dado un paso inesperado con el que ha puesto sobre la mesa su «preocupación» por los casos de corrupción que amenazan a algunas empresas cotizadas en los últimos meses. La institución admite que esas «presuntas prácticas irregulares» pueden llegar a «comprometer la imagen y la reputación» del mercado de valores español, por lo que les aconseja tener en cuenta un valor tan etéreo pero relevante como el de «la ética» en cada una de sus decisiones de inversión, más allá de analizar los beneficios que les puedan reportar esas actuaciones aparentemente solo ligadas al negocio.

En un duro comunicado remitido al mercado, la CNMV responde así a la sucesión de supuestos casos de corrupción que, en ocasiones, han dado lugar a actuaciones judiciales. Sin citarlos, bajo el texto del supervisor subyacen episodios protagonizados por BBVA con los contratos encargados al excomisario José Manuel Villarejo, así como los trabajos encomendados por Iberdrola al policía, ahora en prisión preventiva. Otras firmas como las constructoras OHL y FCC, e Indra, también se han visto implicadas últimamente en diversos procesos de prácticas supuestamente irregulares que han afectado a su imagen.

La institución presidida por Sebastián Albella ha elaborado una especie de decálogo sobre las prácticas a tener en cuenta por parte de las empresas y, en su caso, de las actuaciones que deben realizar si están metidas en algún caso de corrupción o actos irregulares. Para ello, la CNMV aconseja a las empresas a «tratar de impedir o reducir al máximo la probabilidad de que se produzcan prácticas de carácter irregular». Y si se detectan, exigir las correspondientes «responsabilidades». Y les recuerda que esa premisa implica que los órganos de gobierno tengan establecidas «políticas y controles adecuados para prevenir la corrupción», así como para identificar los riesgos de los impactos asociados.

Además, pide la «máxima involucración» de la comisión de auditoría de cada empresa, encargada de supervisar la eficacia del control y auditoría internos. Incluso apunta al «papel de los consejeros independientes» y de los «demás consejeros externos», porque todos ellos tienen la «función de contrapeso» con respecto a los ejecutivos. E incluso les recuerda los 'deberes' que están obligados a cumplir cuando rinden cuentas ante la propia CNMV en diversos informes. Tienen la obligación de describir en el estado de información no financiera (EINF) las políticas de transparencia; y hacer referencia en el informe anual de gobierno corporativo (IAGC) de los «principales riesgos, incluidos los derivados de la corrupción», así como los que se hubieran producido en el ejercicio al que se refiere ese informe. Toda esa información «debe ser suficiente para que el mercado y los inversores puedan entender el alcance e importancia de los hechos y riesgos correspondientes», recuerda la CNMV.

Posibles sanciones

Además, las «prácticas irregulares» que pueda haber se deben incluir «en los primeros informes que se elaboren» y se remitan a la CNMV tras haberse producido esos episodios. Esto es, la compañía no puede retrasar esa referencia a un caso de corrupción «con independencia de que hayan trascendido o no públicamente» a través de los medios de comunicación. Este matiz es relevante porque no se suele hacer referencia a estas circunstancias en los hechos relevantes hasta que los medios de comunicación revelan ls supuesta corrupción. Se trata de «no esconder» lo que ocurre, apuntan fuentes bursátiles.

También se plantea aplicar «responsabilidades y sanciones» a las que ese retraso en la publicación de la información pueda derivar por parte de las empresas. Incluidos, insiste el supervisor bursátil, los folletos informativos que los emisores publican cuando realizan ciertas informaciones. Por otro lado, el supervisor de los mercados ha comunicado que está analizando la posibilidad de reforzar las recomendaciones relativas a este ámbito, ya que actualmente está realizado trabajos de revisión parcial del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas.