Las máquinas también emigran: Adidas se lleva a Asia sus fábricas robotizadas

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

ADRIAN BRADSHAW

Anuncia el cierre de dos plantas en Alemania y Estados Unidos para deslocalizar la producción

11 nov 2019 . Actualizado a las 19:20 h.

Veinte años después de trasladar su producción a Asia para reducir costes, Adidas anunciaba en el 2016 su intención de volver a fabricar en origen una parte de su catálogo de calzado deportivo. La devaluación salarial en Europa, el encarecimiento de la mano de obra en Asia y los cambios en los hábitos del consumidor, que reclama entregas más rápidas, llevaron a la marca a construir dos grandes plantas totalmente robotizadas en Ansbach (Alemania) y Atlanta (Estados Unidos) para cubrir esa demanda en proximidad.

Pero esa apuesta por la relocalización ha durado poco. Pese a los augurios de los expertos que aseguraban que en la era de la robótica la ubicación de las factorías sería un factor cada vez menos relevante, ayer el fabricante alemán de ropa y calzado deportivo anunció que cesará la producción en esas dos plantas en los próximos meses (a más tardar, el próximo 20 de abril) y trasladará los robots y las tecnologías de fabricación automatizada a las plantas de dos de sus proveedores habituales en Asia.

Clave para la innovación

«Las speedfactories [que es como la marca había bautizado estas fábricas robotizadas] han sido fundamentales para impulsar nuestra innovación y capacidades de fabricación», defendió Martin Shankland, consejero de Adidas y responsable de operaciones globales de la compañía alemana, para quien la combinación de estas tecnologías con otros avances realizados por los proveedores las hará «más flexibles y económicas».

Con la tecnología ensayada en Alemania y Estados Unidos, la marca podrá producir en el futuro zapatillas de correr y otros productos en un corto período de tiempo.

De cara al futuro, Adidas confirmó que seguirá colaborando con Oechsler, el operador de estas dos plantas robotizadas, en otras áreas de producción como la fabricación de suelas con tecnología 4D o botas de fútbol.

La compañía alemana obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.809 millones de euros entre enero y septiembre, un 13,5 % más que en el mismo período del año anterior, mientras que las ventas netas aumentaron un 6,7 %, hasta los 17.802 millones de euros.