El banco central alemán abre el debate para subir la edad de jubilación por encima de los 69
ECONOMÍA
Propone, además, bajar las prestaciones e incrementar las cotizaciones
21 oct 2019 . Actualizado a las 19:56 h.En el 2007, cuando la economía española todavía estaba emborrachada de ladrillo, el Parlamento alemán aprobaba elevar la edad de jubilación hasta los 67 años, una subida que se ha ido aplicando progresivamente y que culminará dentro de diez años, en el 2031. En España, la medida se calcó cuatro años después, cuando la crisis obligó al Gobierno de Zapatero a adoptar un doloroso plan de ajuste que, además de tocar el sueldo de los empleados públicos, obligó a reformar el sistema de pensiones, retrasando el retiro de forma progresiva hasta llegar, en el horizonte del 2027, a los 67 años.
Cuando aún no se ha alcanzado esa meta, no son pocas las voces que abogan abiertamente por alejarla un poco más. La última, pero de gran relevancia, fue ayer la del banco central alemán, el Bundesbank, que en su informe de octubre recomienda retrasar de nuevo la edad de retiro, para situarla esta vez por encima de los 69 años. Una propuesta que justifica por la necesidad de adaptarla a una esperanza de vida creciente y a los cambios demográficos, que cuestionan la sostenibilidad del sistema de pensiones (o la suficiencia de las futuras prestaciones).
Para aligerar las tensiones que provocará la jubilación, en la próxima década, de la generación del baby boom y el envejecimiento de la población, el Bundesbank propone aumentar la edad de retiro a un ritmo de tres cuartos de mes por año a partir del 2032. En ese escenario, los nacidos en el 2001 no se podrían jubilar hasta el 2070, con 69 años y cuatro meses.
Pero el retraso en el retiro no servirá por sí solo, según el banco central, para garantizar la sostenibilidad de las pensiones, por lo que propone, además, recortar las prestaciones y aumentar, en casi seis puntos (del 18,6 % actual al 24 %) la cotización de los asalariados.
El país está en recesión
Además de sembrar la preocupación sobre el futuro, el informe del banco central alemán lanza algunas sombras sobre el presente. Asume el Bundesbank que la economía germana, la locomotora europea, habría entrado en recesión técnica en el tercer trimestre del 2019, con una nueva caída del PIB que se sumaría a la registrada entre abril y junio, aunque sostiene que el retroceso no evidencia un deterioro significativo de la economía.
