Anulan un despido disciplinario por llegar tarde al trabajo porque el sistema para fichar daba fallos

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE ALONSO

El empleado alegó que no le leía la huella por el manejo de medicinas

17 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un sistema de control horario no es una prueba irrefutable para justificar un despido disciplinario por ausencias al trabajo o impuntualidad reiterada. Así al menos lo entiende el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha confirmado la improcedencia del cese de un profesor de un colegio concertado de la localidad madrileña de Moralzarzal, al que la dirección del centro acusaba de faltar con asiduidad a su puesto, así como de incumplir el horario que tenía asignado.

Sin embargo, tanto el juez que vio el caso en primera instancia como ahora los magistrados del alto tribunal autonómico dan por buena la versión del trabajador, que defendió que el sistema habilitado por el centro para fichar, que usa la huella dactilar, fallaba habitualmente. El profesor, que también ejerce como enfermero (desempeña su labor docente en un ciclo de FP sanitario), alegaba que el manejo habitual de medicamentos interfería con el dispositivo y provocaba errores en el fichaje.

La versión del profesor la avaló su coordinadora en el centro, que reconoció que el trabajador le había comunicado la incidencia con el sistema de control horario y que ella le recomendó a su vez que la pusiera en conocimiento de la dirección, algo que sin embargo este no hizo. Esa es, según la sentencia, «la única falta achacable al demandante, que debería haber puesto en conocimiento de la escuela que no le funcionaba el sistema de fichaje».

Pese a ese reproche, los jueces dan por probado que el trabajador no ha faltado a su puesto como quiere hacer ver el centro educativo, «ya que no existe ni una sola queja por parte de su coordinadora ni de ningún alumno». «Si hubiera faltado todos los días que se reflejan en la carta de despido no es creíble que alguien no lo hubiera puesto en conocimiento de la escuela», ya que se trataba de casi un mes completo, justo al final del curso, argumentan los magistrados.

De hecho, estos ven «mala fe» en la actuación de la empresa, ya que no se creen que no supieran que el sistema estaba fallando y se enterasen de las supuestas ausencias un mes y medio más tarde, «puesto que los fichajes deben ser controlados día a día». Por ello, ven improcedente el despido y obligan al centro a readmitir al trabajador o indemnizarlo.

No es la única sentencia que anula un despido por problemas con el sistema de fichaje. El Tribunal Superior de Justicia de Murcia hizo lo propio con el cese de una empleada que había denunciado a su empresa ante la Inspección de Trabajo por falsear su registro de jornada. Los magistrados concluyeron que había indicios suficientes de que el despido fue una represalia por haber destapado los excesos de jornada en la compañía, que no se retribuían.