La banca dueña de Pescanova, con Abanca al frente, prepara una nueva inyección de capital

La Voz VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

El grupo prevé cerrar el ejercicio con un récord de ventas

05 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Nueva Pescanova necesita pulmón para acometer su plan estratégico, y los principales accionistas, liderados por Abanca, que controla el 39,3 % del grupo, están dispuestos a darle el aire que necesite.

Los tres mayoritarios, que son Abanca, Sabadell y CaixaBank, y suman el 80 % de la empresa, planean una nueva operación de saneamiento, transformando deuda (son acreedores financieros del concurso del año 2014) por capital, por una suma que, según el diario Expansión se situaría en torno a los 600 millones de euros.

Esta recapitalización, que llega en el momento en el que, según la hoja de ruta del rescate financiero, los bancos deberían de empezar a abandonar el accionariado, se produce como consecuencia de unos resultados inferiores a lo esperado. Nueva Pescanova va a registrar este año pérdidas, frente a los 5,4 millones de beneficio con los que cerró el pasado.

La propia empresa lo reconoce al afirmar que el ejercicio 2019, a pesar de deparar un récord de ventas, tanto en volumen y precios, «factores exógenos están influyendo negativamente [en el negocio], tanto a nosotros como a todo el sector».

Caída de precios

Detalla la compañía varios factores: una drástica caída del precio del gambón argentino, debido al exceso de oferta de producto al no existir un límite de capturas; las tasas a la exportación impuestas por Argentina debido a la crisis que vive el país; una menor demanda de gambón y otros productos por parte de China, que este año ha ralentizado considerablemente la importación de productos del mar.

«El equipo de gestión del Grupo Nueva Pescanova está enfocado en continuar aumentando las ventas y mejorar las ratios de eficiencia. Actualmente, estamos preparando la campaña de Navidad, la más importante del año, y el cierre del ejercicio concluirá con un nuevo récord en ventas», declaró ayer un portavoz de la empresa.

En el 2017, las entidades acreedoras acometieron una capitalización de deuda por importe de 340 millones. Esta operación reforzó el peso de la gran banca en el accionariado de la empresa, y acabó engullendo prácticamente por completo a la antigua sociedad, que pasó de tener un 20 % de participación en la multinacional pesquera a solo un 1,7 %.