Barreras pide preconcurso de acreedores y ultima su venta a Oaktree

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso LA VOZ / REDACCIÓN

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

La solicitud tiene el vistobueno del fondo inversor y está previsto que llegue esta mañana a los juzgados

23 abr 2021 . Actualizado a las 15:09 h.

 Barreras empieza a poner orden en el caos en el que la anterior dirección, con García Costas al frente, ha dejado sumido al astillero. El gabinete jurídico de la empresa, con el poder de Pemex y el conocimiento del fondo Oaktree, ha redactado la petición de preconcurso se acreedores, que llegará a lo largo de esta mañana a los juzgados de Vigo.

La compañía trata de enderezar así su viabilidad, a pesar de que las empresas auxiliares, a las que Barreras adeuda más de 20 millones de euros,habían acordaron ayer no pedir un concurso obligatorio de acreedores.

A partir de ahora, el astillero entra en un proceso de saneamiento, para el que cuenta con cuatro meses de plazo (si no lo consigue deberá presentar corcurso obligatorio). Paralelamente, sus accionistas (Pemex, Albacora y García Costas) negocian ya el traspaso de acciones al fondo de inversión Oaktree, que desde ayer está en Barreras auditando los balances y supervisando las operaciones, actuando ya como dueño del astillero.

Oaktree ya conocía Barreras, pero de visita, porque es el principal inversor de la naviera y ha estado presente en la botadura del primer crucero y en la firma del contrato de la segunda unidad. Ayer volvió al astillero para conocer a fondo y al detalle sus estados financieros. Con esa misión permanecieron largas horas en las instalaciones de la compañía Andreas Kramer, director general del fondo Oaktree Capital, acompañado de Douglas Prothero, el consejero delegado de la naviera.

En el transcurso de la mañana, ambos ejecutivos requirieron la presencia en Barreras del que hasta hace unos días ha sido el director financiero y brazo derecho del expresidente del astillero, Juan González Crespán. Según fuentes conocedoras de estas reuniones, que se prolongaron durante todo el día y seguían al cierre de esta edición, Kramer y Prothero pidieron información y abundantes aclaraciones al financiero, al que Pemex -accionista mayoritario del astillero- entregó la carta de despido la semana pasada. Lo hizo al mismo tiempo que al hasta ahora presidente, José García Costas, y al director general, Alfonso López Loureiro.

Rectificación

Alfonso López Loureiro ha ejercido el derecho de rectificación: «Es rotundamente falso que don Alfonso López Loureiro haya recibido carta alguna de despido por parte de la empresa Pemex -accionista mayoritario del astillero-, Hijos de J. Barreras S. A. o alguno de sus representantes legales en la semana anterior al día 3 de octubre del 2019 e igualmente falso que don Alfonso López Loureiro haya recibido carta de despido hasta la fecha».


Dueños de facto

En realidad, hace ya semanas que Prothero y altos cargos de The Ritz Carlton campan a sus anchas por las instalaciones viguesas. La compañía estadounidense optó por tomar las riendas de su proyecto, con el permiso de Barreras, después de que el astillero vigués comunicara oficialmente el pasado mes de agosto que incumpliría el contrato, tanto en lo económico, -ya que el presupuesto se ha disparado hasta los 340 millones de euros (100 más de lo firmado)- como en el plazo de entrega, al menos 6 meses más de lo acordado. Hace 15 días, la armadora designó a su propio director de proyecto, un exdirectivo de la naviera Royal Caribbean. El gigante de los hoteles también contrató a una firma consultora canadiense (país de origen de Douglas Prothero) para auditar el estado real de la construcción.

A pesar de obrar en su poder amplia información, además de la auditoría que KPMG realizó para Pemex, el fondo inversor estadounidense parece no estar satisfecho con la información obtenida hasta ahora y sigue indagando en las entrañas financieras del astillero, antes de llevar a cabo la operación que todo el mundo espera y que puede ser la única que haga viable el astillero, dadas las circunstancias.

Fuentes informadas del plan de compra de Barreras por parte de Oaktree aseguran que el fondo inversor ya ha puesto sus condiciones, que pasarían por la obtención de garantías o avales de las administraciones central y gallega para un crédito, probablemente sindicado con varias entidades, que le permitiría acometer los trabajos de construcción pendientes en el crucero.

Aval del Gobierno

Oaktree quiere que la Xunta respalde su inversión, no inferior a 150 millones, pero también quiere que lo haga el Gobierno, vía Ministerio de Industria, o lo que es lo mismo, a través de Pymar, la organización de astilleros privados que participa en las negociaciones a tres bandas (Xunta, Oaktree y la propia Pymar) abiertas este miércoles en Madrid.

La prioridad del fondo es finalizar la construcción del crucero y para ello exigirá, como nuevo propietario (el precio de adquisición será simbólico) que el astillero dedique todos sus recursos a su barco, con lo que la pérdida del proyecto Havila (dos cruceros para Noruega, paralizados en las gradas), y su desvío a otro astillero, juega a favor del fondo.