El Banco de España duda de la viabilidad de las pensiones si se ligan al IPC

l. P. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

EUROPA PRESS

Asegura que el problema de gasto no se puede solucionar solo creando más empleo

03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Banco de España advierte de que el sistema de pensiones tiene «fundamentalmente» un problema de gasto que no se puede solucionar solo creando más empleo, con lo que contradice la tesis de los sindicatos de que se trata básicamente de un problema de ingresos, así como el discurso del actual Gobierno socialista de que generando empleo de calidad se mejoraría la recaudación y se aliviarían las cuentas del sistema. Así lo explicó este miércoles el director general de Economía y Estadística de este organismo público, Óscar Arce, durante el discurso que pronunció en una jornada organizada por el Instituto BBVA. En su intervención defendió la «necesidad» de llevar a cabo una reforma «de calado» que incorpore «mecanismos automáticos» que ajusten la evolución de los ingresos con la evolución de los gastos, al estilo de la del 2013. Además, incidió en que debe «apuntalar» tanto su viabilidad financiera, como social y política -en un claro toque de atención a los partidos políticos para que alcancen un consenso- y ha de hacerse «por un período de tiempo suficientemente dilatado», para que no vuelva a ser objeto de debate cada tres o cinco años.

Este alto cargo puso de manifiesto que el gasto en pensiones ha crecido en más de tres puntos porcentuales del PIB en solo una década hasta el 10,6 % y seguirá aumentando a buen ritmo, salvo que se tomen medidas. En este sentido, estimó que, en ausencia de decisiones, si tal y como parece la revalorización de las pensiones vuelve a vincularse con el IPC, supondría otros dos puntos más de gasto de aquí al 2030 y más de 3 puntos del PIB en el 2050.

«Mejorar el funcionamiento del mercado laboral probablemente no sea suficiente para afrontar este desfase entre ingresos y gastos del sistema». Y para corroborar esta tesis, utilizó datos: si se lograra aumentar la tasa de empleo del 60 % actual hasta el 80 % en el 2050, algo que -precisó- constituye «un reto difícilmente abordable», puesto que los países que mejor lo hacen se sitúan en el entorno de 70 %, esa mejora «muy considerable» serviría para solucionar aproximadamente la mitad del aumento del gasto que se provoca como consecuencia del envejecimiento.