El Ayuntamiento recupera un gravamen del año 1992 para sufragar los servicios de bienestar animal
06 sep 2019 . Actualizado a las 22:41 h.Nueve euros por perro al año. Esa es la cantidad que tendrán que aflojar los zamoranos para poder disfrutar a partir del año que viene de la compañía de un can. El Ayuntamiento de la ciudad de Castilla y León ha sacado la calculadora y se ha dado cuenta del importante gasto que supone a las arcas públicas el bienestar animal. Y ha tirado de tributo para poner coto al dispendio. El impuesto al perro que estrenará el año que viene tiene el objetivo de contribuir a sufragar los gastos derivados de la rama sanitaria animal. Un coste que en los últimos años se ha multiplicado por el aumento del censo canino.
Con este gravamen, que empezará a llegar a los hogares de todos aquellos que tengan perros censados a partir del año 2020, el cabildo espera recaudar entre 50.000 y 90.000 euros.
Ayudará, pero no solucionará el problema. Porque la cifra recaudada será notablemente inferior a los gastos directos e indirectos que supone la presencia de perros en la ciudad, que ascienden a más de 200.000 euros anuales. A los costes directos -entre los que se encuentra el censo telemático o la conservación de los evacuatorios caninos- y a los indirectos -la limpieza de jardines o las campañas de sensibilización- hay que sumar el mantenimiento de la perrera municipal. El monto que el consistorio ha tenido que desembolsar para mantener estos servicios se ha triplicado en el último año, incrementándose en casi 50.000 euros.
La iniciativa, impulsada por el gobierno de Izquierda Unida, no es tan revolucionaria como muchos puedan pensar. El gravamen, ya añoso, se cobraba en la ciudad hasta el año 1992.
No solo es cuestión de dinero. Tal y como explicó el concejal de Hacienda, Recaudación y Rentas, Diego Bernardo, esta medida permitirá establecer un control y actualizar el censo de perros de la ciudad. La cifra que manejan las autoridades zamoranas en este momento es de 9.800 canes, pero se estima que el número sea mucho menor, ya que muchas de las mascotas no han sido dadas de baja en los últimos años. El edil de Hacienda espera que esta medida permita mantener un censo mucho más actualizado y ajustado a la realidad, permitiendo adecuar así los servicios municipales a las necesidades reales de los vecinos.