Venta de coches: 13 meses de sangría

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Agosto trae un desplome del 32 % y agrava la crisis de un sector que el año pasado vivió un verano histórico

02 sep 2019 . Actualizado a las 19:46 h.

Llueve sobre mojado en el sector del automóvil. Agosto cumplió con los peores pronósticos. Los fabricantes esperaban un mal mes, y no se equivocaron. Las matriculaciones de turismos se derrumbaron un 32,3 % en Galicia con respecto agosto del 2018, un batacazo muy similar al que sufrió el conjunto del país, donde la sangría fue del 30,8 %.

La comunidad gallega se convierte así en la cuarta con la caída más acusada, siendo solo superada por Cantabria (-19,5 %), Navarra (-19,3 %) y La Rioja (-18,7 %). Al otro lado de la balanza se situarían Murcia y Ceuta y Melilla, los únicos territorios que presentaron cifras positivas con un crecimiento en las ventas del 4,7 y del 0,3 % respectivamente.

Los efectos del plan Renove de la Xunta no palían la desconfianza de los consumidores Según los datos publicados este lunes por las patronales de fabricantes (Anfac), de vendedores (Ganvam) y de concesionarios (Faconauto), durante el último mes salieron de los concesionarios gallegos 3.162 vehículos (74.490 en el total de España), una cifra que choca con el registro histórico alcanzado en el mismo mes del año pasado (107.692 coches). Y es precisamente ese récord y las causas que lo motivaron los que explican el derrumbe registrado ahora. Desde Faconauto argumentan que en el verano del 2018 las ventas se vieron catapultadas un 48 % por el efecto que tuvo en las comercializaciones la entrada en vigor de la norma de emisiones WLTP. Tal y como explican desde la patronal, hay que tener en cuenta que el año pasado fue excepcionalmente bueno porque la llegada de la nueva legislación disparó las automatriculaciones en los concesionarios para su posterior venta como kilómetros cero.

Otro sistema de medición delas emisiones de óxidos de nitrógeno acaba de estrenarse. Se trata del denominado RDE, que completa el WLTP, no ha tenido, sin embargo, el mismo impacto que su antecesor.

El sector vislumbra nuevas caídas porque los hogares ya sufren la desaceleración Y lo peor es que para lo que resta de año las cosas tampoco pintan bien. Las patronales del sector ya vaticinan un cierre de ejercicio en negativo. La desaceleración económica y la actual situación política seguirán lastrando las cifras de la automoción durante el último trimestre.

Tampoco han conseguido el efecto deseado medidas como el Renove gallego, el plan puesto en marcha por la Xunta a finales de julio con el objetivo de incentivar la compra de vehículos en la comunidad.

Trece meses de caída

Con todo, y tras este nuevo descalabro, la comercialización de vehículos suma ya en Galicia trece meses de caída. En España son 11.

Y la cosa tampoco mejora si se echa mano de datos todavía más antiguos. En el conjunto nacional, el último registro se convierte en la mayor caída en un mes de agosto desde el año 2008, cuando los números se desplomaron un 41,3 % en plena época de vacas flacas. En el caso de Galicia la situación no es tan sangrante. Y es que existen peores registros. Además del alcanzado en el año 2008 -cuando la venta de coches se hundió un 36 %-, está el del 2010, cuando las matriculaciones cayeron un 37 %.

Urge tomar medidas. Eso es lo que defienden desde el sector. «Lo más importante es propiciar una renovación del parque móvil, que ya ronda los 13 años de antigüedad. Hay que retirar de las carreteras esos coches que tienen más de una década, y para lograrlo hay que ayudar a las familias con menor poder adquisitivo para que se puedan permitir cambiar su automóvil», sentencia Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto.

Para este experto, la actual inestabilidad política tampoco ayuda a un sector que necesita poner solución a la sangría cuanto antes.

«La falta de Gobierno es uno de los factores que está frenando el mercado. La gente no sabe a qué atenerse»

Las últimas cifras lo atestiguan. El sector del automóvil necesita medidas urgentes que frenen la sangría en el que anda inmerso. Raúl Morales, director de comunicación de la patronal de los concesionarios, asegura que lo más importante es «propiciar la renovación del parque español».

-¿Cómo ha evolucionado la venta de coches en el último año?

-Está claro que la caída del último mes es muy importante, pero hay que tener en cuenta que estamos comparando las ventas con agosto del año pasado. Y esa temporada fue especialmente buena porque entró en vigor el nuevo protocolo de emisiones y se automatricularon muchos vehículos.

-¿Qué factores se encuentran detrás de la caída de ventas que se está experimentando este año?

-Hay una falta de confianza del consumidor y eso es lo que está haciendo que estén cayendo las matriculaciones. Hemos detectado que hay una bolsa de compradores que quieren cambiar de coche pero que no terminan de efectuar la compra. Si conseguimos convencerlos, debería cambiar la tendencia. En cualquier caso, la previsión a final de año es que se produzca una caída con respecto al 2018.

-¿La situación política tiene algo que ver en esta desconfianza?

-Es indudable. Uno de los grandes problemas con los que nos encontramos ahora mismo es que la gente no sabe a qué atenerse y eso está muy vinculado a que no haya Gobierno y a que los Ejecutivos anteriores no hayan sido capaces de llevar a cabo reformas legislativas.

-Este pasado 1 de septiembre entró en vigor la normativa europea de la prueba de emisiones en conducción real, ¿cómo les ha afectado?

-Afecta al cliente final, que va a tener conocimiento real de cuánto emite el vehículo que se va a comprar. Lo que se va a medir a partir de ahora es la emisión del coche en condiciones reales de circulación.