La economía europea se enfría

Edurne Martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

HAYOUNG JEON

La incertidumbre por la guerra comercial y el «brexit» asoman a las dos locomotoras europeas, Alemania y el Reino Unido, al precipicio de la recesión

17 ago 2019 . Actualizado a las 16:26 h.

Se ganó el sobrenombre de locomotora europea, pero los últimos datos sobre la economía alemana denotan que el motor comunitario ha gripado. El PIB teutón registró en el segundo trimestre del año una contracción del 0,1 %, que contrasta con las cuatro décimas que creció entre enero y marzo, según el dato publicado ayer por la Oficina Federal de Estadística del país (Destatis), que aviva la incertidumbre en un contexto de guerra comercial y recesión industrial.

Es al conflicto entre EE. UU. y China al que señalan los expertos como la causa de este traspiés. Y es que el derrumbe de las exportaciones y la producción industrial, sus dos grandes pilares, arrastraron a la economía alemana al borde de la recesión tras dos trimestres (no consecutivos) en tasas negativas.

Las malas cifras llevaron al Gobierno alemán a rebajar a la mitad su pronóstico de crecimiento para este año, hasta el 0,5 %, el peor dato desde el 2013 como consecuencia de las tensiones comerciales y la incertidumbre en torno al brexit. El ministro de Economía teutón, el conservador Peter Altmaier, reconoce que las cifras publicadas ayer son una «señal de alarma». Pero matizó que, pese a que el país está «en una fase de debilidad económica, no estamos aún en recesión. Podemos evitarla si tomamos las medidas adecuadas». Medidas adicionales que, horas más tarde, un portavoz de la canciller Angela Merkel descartó que fueran necesarias.

En cualquier caso, la alemana no es la única economía que frena. Del Reino Unido, otra de las locomotoras comunitarias (hasta que se sustancie el brexit), tampoco llegan buenas noticias: su PIB se contrajo un 0,2 % en el segundo trimestre, lo que implica una caída de siete décimas respecto a los tres primeros meses del año, lo que deja la tasa de crecimiento interanual en un discreto 1,2 %.

El empuje de España

Con en estos dos países al borde de la recesión y la atonía francesa (el país vecino frenó su expansión al 0,2 % por la moderación del consumo interno) e italiana (cuyo PIB se mantuvo plano en el segundo cuarto del año), la española se reivindica como la gran economía europea que más crece, un 0,5 %, pese a la reducción de dos décimas respecto al trimestre anterior. En cualquier un avance bastante superior a la media de la eurozona, más del doble en tanto en tasa trimestral como interanual, ya que nuestro país crecerá un 2,3 % en el 2019 según las estimaciones, frente al 1,1 % del conjunto de los países del euro, el ritmo más bajo desde finales del 2013, tras avanzar solo dos décimas entre abril y junio.

Así, Europa vuelve al terreno del crecimiento frágil tras el respiro del primer trimestre, acompañado de un débil crecimiento de la inflación, que volvió a bajar de abril a junio hasta situarse en el 1,1%, según los datos publicados por Eurostat.

Crece el empleo

A pesar de la desaceleración económica, la buena noticia llega por el flanco laboral. Los datos de Eurostat revelan que en el segundo trimestre se siguió creando empleo en la eurozona, que alcanzó el mayor número de ocupados de la historia, con 159,93 millones de personas trabajando, 1,8 millones más que en el mismo período del año pasado.

Tanto en los países de la moneda común como en el conjunto de la UE la tasa de ocupados creció un 0,2 %, dos décimas menos que en el primer trimestre, aunque el incremento en tasa interanual alcanza un 1,1 %. En el caso de los Veintiocho, la cifra de ocupados también alcanzó en el segundo trimestre un nuevo máximo: 241,32 millones, con un incremento de 2,37 millones en un año.

Así, en comparación con el primer trimestre del 2008, cuando se registraron los mejores datos de empleo antes de la crisis, la cifra de ocupados ha aumentado en unos 5 millones de personas en la zona euro y en 9,9 millones en el conjunto de la UE.

España sigue siendo uno de los países con mayor tasa de paro (14 %), solo superado por Grecia (17,6). Por detrás, Italia (9,7) y Francia (8,7), aún por encima de la media. En el extremo contrario, Alemania (3,1 ) y Holanda (3,4), países que ya pueden considerarse con pleno empleo.

... Y la industria española estornuda

G. Lemos

Las turbulencias en la economía europea empiezan a impactar en las cuentas de las industrias españolas, que tienen en los países comunitarios su principal mercado de exportación. Y, al igual que en Alemania, donde la caída de la producción industrial en junio fue muy superior a lo esperado (5,2 %), anticipando la contracción del PIB, en España los datos que llegan de las fábricas anticipan una ralentización del crecimiento.

Y es que la cifra de negocios del sector industrial descendió un 5 % en junio respecto al mismo mes del 2018, su mayor caída en tres años, mientras que las entradas de pedidos en las factorías se redujeron un 3,3 %, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de la facturación, se trata del mayor descenso desde julio del 2016, cuando las ventas se hundieron más de un 8 %. En cuanto a los pedidos, encadenan dos meses consecutivos de caídas, y la registrada en junio es la más pronunciada desde marzo del año pasado.

Si se desestacionalizan los datos (se limpian los cambios en el calendario y los efectos estacionales), las cifras se suavizan un poco: la cifra de negocios baja solo un 0,7 %, mientras que los pedidos avanzan un 0,9 %.

Las fábricas gallegas presentan peores datos que la media del sector en España, con un desplome cercano al 6 % en los encargos y de más del 8 % en la facturación.

El frenazo va más allá de Europa: la actividad de las factorías chinas aumentó en julio un 4,8 % respecto al mismo mes del 2018. Cifras que se firmarían aquí, pero que suponen el menor crecimiento de la producción industrial del gigante asiático desde enero del 2002.