Barreras empieza a trasladar los impagos de la naviera noruega Havila a la industria auxiliar

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

Siete empresas están paradas y algunas ya adeudan nóminas

08 ago 2019 . Actualizado a las 21:37 h.

Las alarmas saltaron a principios de julio. Barreras envió una carta a la armadora noruega Havila con el aviso de cancelación de dos contratos de cruceros, por un importe de 150 millones de euros por unidad. El motivo, el incumplimiento en los pagos, debido a los problemas de financiación de Havila, que cerró el ejercicio 2018 con más de un millón de euros en números rojos.

Ambas unidades se encuentran en construcción en las gradas de Barreras, sin que la armadora haya cumplido con los plazos de abono. El montante adeudado hasta la fecha se estima en más de 30 millones (15 por unidad), impagos que el astillero ha comenzado a trasladar a la industria auxiliar contratada para el proyecto.

Las empresas afectadas, más de siete, según fuentes directamente perjudicadas, son, en su mayoría, proveedoras de bloques de acero, que no han conseguido cobrar. «Nos dijeron a nosotros y a siete talleres más que los bloques no los van a pagar por ahora», afirma un empresario afectado, con 35 trabajadores a su cargo, a los que debe ya una nómina. En su caso, la deuda asciende a cerca de 70.000 euros, y lo peor es que el contrato para Havila, consistente en veinte piezas (de las que solo han llegado a entregar una), garantizaba plena carga de trabajo a la empresa de aquí a dos años. «Los bancos empiezan a cerrarnos líneas de crédito, porque ya conocen el problema. Si seguimos así, nos vamos directos al preconcurso», asegura.

Otra de las firmas afectadas reconoce que la situación es complicada. «Nos mandaron parar el trabajo por falta de pago del armador. Confío en que ambas partes tienen que encontrar una solución económica, porque ninguna de las dos se puede permitir cancelar el contrato, ni la naviera ni el astillero», asegura el empresario afectado. «Otra cosa es cuánto van a tardar en reanudar el proyecto, y cómo van a asumir los sobrecostes», añade.

Y es que, además de los problemas financieros de Havila, el pedido de los dos cruceros tiene el problema añadido de los errores de diseño que cometió la oficina técnica noruega Havyard Design. Subsanar la falta de capacidad conllevará un coste adicional de 20 millones por unidad.

Las negociaciones que el astillero y la naviera noruega mantienen para reconducir los contratos no han fructificado de momento en un plan de financiación convincente. Este problema formaba parte del orden del día del consejo de administración de Barreras, celebrado ayer tarde, con la presencia de los representantes del accionista mayoritario, la petrolera Pemex; y del presidente en funciones, José García Costas.

Prioridad, The Ritz Carlton

La otra cuestión analizada fue el proyecto para The Ritz Carlton Yatch Collection, que consta de dos cruceros de superlujo, valorados en 240 millones cada uno. La primera unidad, en proceso de construcción, acumula un retraso que, según fuentes conocedoras del proyecto, ha obligado a comunicar ya al armador estadounidense un aplazamiento en la entrega, que estaba prevista para el 30 de noviembre.

El sobrecoste de esta primera unidad también habría sido comunicado a Ritz Carlton, aunque el astillero garantiza la entrega del buque en plazo para que pueda hacer su primera ruta inaugural en la fecha programada, el 5 de febrero del 2020, cubriendo una travesía entre Fort Lauderdale (Florida, EE. UU.) y Bridgetown (Barbados).

Respecto a otros puntos abordados ayer en el consejo, fuentes no oficiales de Pemex avanzaron que sus representantes en el astillero trabajan en una reorganización de la estructura de la empresa, sin precisar si confirmarán en el cargo a José García Costas, cuya presidencia se encuentra pendiente de ratificación, una vez transcurridos los seis años contemplados en el contrato de venta a Pemex.

La cooperativa Iris despedirá a toda su plantilla, 40 empleados

B. Couce 

La cooperativa Iris, con sede en el polígono de Vilar do Colo, en el municipio de Cabanas, despedirá a toda su plantilla asalariada, debido a los problemas financieros que arrastra. La medida afectará a unos 40 trabajadores, a los que la firma naval aplicará un expediente de regulación de empleo extintivo.

La empresa arrastra desde hace meses una situación económica complicada, que la ha llevado a incrementar su deuda y a mantener impagos con la Seguridad Social y Hacienda, entre otros. De hecho, los trabajadores tienen pendientes de cobro tres nóminas.

Debido a esta situación, Navantia, compañía para la que trabaja desde sus orígenes, les retiró el pase a sus trabajadores, como sucediera hace unas semanas con otra auxiliar del naval ferrolano, Elinco, que tenía una plantilla de 90 trabajadores, que también fueron objeto de un despido colectivo. No obstante, en este caso la mayor parte han sido recolocados en otra firma con sede en la comarca ferrolana, Pine.

Iris, especializada en la fabricación y montaje de máquinas industriales y de tuberías y en la reparación de buques, entre otros, ha apelado ante su plantilla a una situación de insolvencia para tener que tomar la decisión de despedir a sus trabajadores.

Firma señera

Iris es una de las empresas señeras del naval ferrolano, que fue creada en 1977 como auxiliar del sector naval, pero que en estos años de trayectoria profesional fue abriendo vías de negocio en otros sectores industriales.