Calviño insta a romper el bloqueo político por su «coste» para la economía

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO REDACCIÓN

ECONOMÍA

EUROPA PRESS

La ministra sacó pecho tras los últimos datos sobre PIB y empleo, pese a que muestran una ralentización del crecimiento, y destacó que España está «capeando» mejor que los vecinos la madurez del ciclo y las incertidumbres

02 ago 2019 . Actualizado a las 19:06 h.

En condiciones normales -y no de interinidad del Ejecutivo- el Consejo de Ministros de este viernes debería haber aprobado el cuadro macroeconómico y la senda fiscal para arrancar el diseño de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio. Sin embargo, el bloqueo político que impide la formación de Gobierno lo hace imposible, igual que acometer las reformas estructurales que la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ha reclamado como imprescindibles para prolongar el crecimiento económico de España. En la rueda de prensa posterior a la reunión del gabinete, advirtió sobre la necesidad de romper cuanto antes el bloqueo y formar Ejecutivo, ya que no hacerlo «tiene un coste» para la economía, especialmente «lamentable» en un contexto de incertidumbre y frenazo global.

«No tenemos un minuto que perder», aseveró, subrayando que «cuanto más tiempo se esté en funciones el Gobierno, más retrasada estará la adopción de medidas necesarias para prolongar el crecimiento económico y hacerlo más sostenible y justo». Entre las reformas pendientes, se refirió al ámbito de la educación, la innovación, la transición ecológica o la digitalización, además adaptar el marco laboral a los trabajadores del siglo XXI.

Calviño hizo un repaso por los principales indicadores que muestran la fortaleza del país, cuyo crecimiento se mantiene en tasas «robustas», dentro de la tendencia de moderación que arrancó en el 2015. En este sentido, quiso ver el vaso medio lleno y recordó que en las últimas semanas los principales organismos internacionales han revisado al alza su previsión de crecimiento para este ejercicio, situándolo en una horquilla de entre el 2,3 % y el 2,4 %. De hecho, la ministra subrayó que el Ejecutivo mantiene su intención de mejorar su estimación (del 2,2 %), «alineándola» con las previsiones internacionales, en la próxima actualización del cuadro macroeconómico, una vez que se forme Gobierno.

En su balance de la salud económica del país, destacó que España está en la fase positiva del cicilo, encadenando 22 trimestres de crecimiento interanual, de los que 19 han estado por encima del 2 %. Dado que los últimos datos conocidos apuntan a un 2,3 %, Calviño expuso que se sigue creciendo por encima del potencial, pese a que la tendencia es que el alza del PIB se vaya «moderando progresivamente a medida que madura el ciclo económico».

Puso en valor también la corrección de desequilibrios como la deuda pública y privada o las tasas de paro desbocadas en la crisis, además de destacar que, a diferencia de lo que ocurría en ciclos anteriores, el sector exterior continúa teniendo una contribución positiva al crecimiento.

Más músculo que la eurozona

La ministra subrayó igualmente el mayor ritmo de crecimiento de España frente a la eurozona: en tasa trimestral del 0,5 % frente al 0,2 % y en interanual del 2,3 % frente al 1,1 %. «Crecemos a un ritmo prácticamente el doble que la media de la zona euro», dijo, apostillando que el dato prueba que estamos «capeando mejor que otros países la situación» y alertando del plus que eso supone de cara a un futuro con «certidumbres» e «hitos» internacionales, como la escalada del proteccionismo o la salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo.

Además de poner en valor el signo de mejora de la confianza en la economía nacional que supone la mejora de las previsiones internacionales, hizo también una lectura positiva de los datos de empleo conocidos este viernes. Aunque el paro registró su menor caída en un mes de julio en once años, Calviño argumentó que obedecía a la desaceleración y al incremento de la población activa, poniendo el foco precisamente en que la afiliación a la Seguridad Social, con 19,5 millones de ocupados, ha batido su récord.

Pese a lo anterior, aseguró que «debemos huir de la complacencia», reclamando, de nuevo y cuanto antes, un Gobierno con capacidad para acometer las reformas precisas para prolongar el crecimiento.