Abanca gana 200.000 clientes con su apuesta por el mercado portugués

ECONOMÍA

Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, durante su intervención en el claustro del Colegio del Cardenal
Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, durante su intervención en el claustro del Colegio del Cardenal ÓSCAR PINAL

La entidad obtuvo un beneficio de 250 millones, un 1,3 % más, en los primeros seis meses del año

29 jul 2019 . Actualizado a las 21:00 h.

El milagro portugués es también el milagro gallego. Abanca vio la oportunidad en el boyante país vecino y su apuesta empieza a consolidarse de manera muy positiva en la cuenta de resultados.

El banco, que ayer presentó en Vigo su balance de los seis primeros meses del 2019, cifra en 200.000 el número de clientes que ha ganado con las dos operaciones de compra ejecutadas en el mercado financiero luso: la red minorista del Deutsche Bank en Portugal, adquirida en marzo del 2018; y Banco Caixa Geral, la filial española de Caixa Geral, bajo la tutela del Gobierno portugués, por 364 millones de euros, que llegó ocho meses después.

¿Cómo pesan en el balance de Abanca ambas compras? Para empezar, con un volumen de negocio de más de 14.000 millones de euros, que contribuyen a que el banco, que cerró el semestre con casi 80.000 millones de negocio, se encamine a cerrar el ejercicio con una cifra por encima de los 85.000, una vez que culmine la integración de Banco Caixa Geral, que avanza a buen ritmo para cumplir este objetivo, según avanzó el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet.

Incluso sin la integración del negocio luso, las cuentas arrojan cifras positivas. Sin tener en cuenta el mercado vecino, las tasas de crecimiento ascienden al 4,9 % en crédito a clientes y al 4,7 % en captación de recursos, ambas impulsadas por los más de 50.000 nuevos clientes captados. 

Solapamiento sin despidos

La red lusa aporta a Abanca 180 nuevos puntos de venta y la integración conllevará duplicidades o «solapamientos», como reconoció Escotet. Pero, sin descartarlo, el presidente de Abanca afirmó que esto no implica necesariamente que haya que acometer un ajuste sobre la estructura de empleo, «dado que estos proyectos demandan «nuevas capacidades». Según el presidente de Abanca, «esta actuación permitirá ampliar el tamaño de las oficinas y alcanzar una mayor prestación de servicios en los nuevos modelos de atención».

Tras la conquista del mercado luso, ¿hay más compras a la vista? La respuesta es sí, pero sin prisa. Abanca apuesta de forma decidida por crecer y la forma más rápida de conseguirlo es mediante operaciones corporativas (adquisiciones, fusiones) para las que el banco de Escotet asegura tener «holgura» económica. «Estamos atentos a la situación del mercado con este objetivo, y no descartamos alternativas de crecimiento que sean «complementarias y rentables», aseguró.

La holgura viene dada por los 250 millones de euros de beneficios alcanzados hasta junio, un 1,3 % más que en el mismo período del año pasado, algo que el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, atribuyó en buena medida al crecimiento del negocio minorista y, en consecuencia, a los ingresos por prestación de servicios bancarios que crecieron un 5,7 %, hasta los 93,2 millones. La fortaleza financiera del banco ha permitido ejecutar una inversión de 145 millones de euros destinados a reforzar sus capacidades tecnológicas y de negocio, según explicó Botas.

Durante este primer semestre la cartera de crédito de Abanca creció un 13,5 % hasta los 32.822 millones. El reparto de la financiación tiene como principal destinatario el mercado de particulares, que acapara el 50 % de las operaciones, seguido de las empresas (38 %); las administraciones (10 %) y de forma muy residual la actividad inmobiliaria, con un 3 % de la financiación concedida.

Escotet destacó la «sólida posición de liquidez» del banco, que atribuyó a los depósitos de los clientes (el 78 % son minoristas), «que son la fuente de financiación más estable». Y un dato más: La tasa de morosidad cae al 3,3 % y van 21 semestres de reducción.

«Nuestros esfuerzos con Liberbank están agotados»

Abanca quiere seguir creciendo con compras corporativas, pero si el comprador se deja. No es ese el caso de Liberbank, por lo que ayer dio a entender Juan Carlos Escotet, descartando una nueva ofensiva.

De este modo, cinco meses después de echarse atrás y renunciar a presentar una OPA, Abanca cierra definitivamente la puerta a la compra de Liberbank, y lo hace no por gusto, sino ante la «falta de interés» de la entidad de origen asturiano, que ha optado por seguir en solitario.

«Los esfuerzos en esa dirección están agotados, no se trata de una iniciativa que se pueda llevar a cabo en un futuro inmediato», concluyó Escotet.

Al margen de esta operación frustrada, el presidente de Abanca ha resaltado como uno de los hitos más importantes de este período la alianza con Credit Agricole Assurances, para «afianzar el negocio asegurador». De este modo, la compañía francesa se convierte en el socio estratégico de la entidad financiera para la venta de seguros generales en España y Portugal. Se hará efectiva mediante la creación de una sociedad participada al 50 % por cada entidad, con un valor estimado de unos 1.300 millones de euros.

Más peso en Pescanova

En el capítulo de inversiones, Abanca, que ya controla el 33 % de Nueva Pescanova está dispuesta a seguir avanzando en el capital de la pesquera. «Haremos uso de nuestra opción preferente de compra ante otros socios que decidan salir», avanzó, dando por hecho que la apuesta de Abanca por Pescanova es una estrategia a largo plazo fundamentada en el potencial del negocio pesquero.

Escotet se mostró optimista sobre el cierre del ejercicio, ya que Abanca se está adelantando en el cumplimiento de los objetivos marcados en su plan estratégico hasta el 2020. «El 2020 será «un año muy retador de acuerdo con la expectativas de disminución de tipos de interés trasladadas por el Banco Central Europeo», reconoció.