Una solvente competencia técnica, un abismo en la cultura empresarial
La carrera profesional de Juan Carlos Sánchez Agrelo es anómala por su fidelidad a Cisco, pero su historia es la de tantos ingenieros españoles. «Me fui para un año... Y ya llevo más de 20». En Silicon Valley conoció a su mujer («que por supuesto es de Celeiro» [risas]), una química con la que ha formado una familia y con la que tiene dos pequeños. Sobre la posibilidad de replicar a pequeña escala en Galicia un ecosistema como el de la bahía de San Francisco, insiste en que la competencia de los ingenieros gallegos y españoles está fuera de discusión («no hay un problema de formación para nada»), pero sí visualiza una sensible distancia en materia de cultura empresarial, de mentalidad o disposición al riesgo y al fracaso. «Son muchos elementos, si fuera tan fácil copiar el modelo...»