Más de 200 nuevos empleos al día en Galicia

Gabriel Lemos REDACCIÓN

ECONOMÍA

Europa Press

Entre abril y junio, la economía gallega creó 18.600 puestos de trabajo, siete mil menos que en el mismo trimestre del año anterior. Ocho de cada diez fueron ocupados por hombres

26 jul 2019 . Actualizado a las 11:46 h.

El listón estaba muy alto. Si la del año pasado fue una primavera de récord para el empleo, tanto en España como en Galicia, con 25.700 nuevos puestos de trabajo en la comunidad entre abril y junio (meses en los que además de la campaña de Semana Santa se producen las primeras contrataciones de la temporada estival), doce meses después el mercado laboral empieza a acusar los efectos de la desaceleración económica. Lo hace en el conjunto del país, donde los 333.800 empleos creados son el dato más bajo en un segundo trimestre desde el 2016 (justo en otro momento de parálisis política tras la primera investidura fallida de Pedro Sánchez), y también en la comunidad, donde fueron 18.600 las personas que encontraron ocupación, siete mil menos que en el mismo período del año anterior, de acuerdo con la encuesta de población activa (EPA) publicada ayer. Pese a esa ralentización, las cifras de creación de empleo siguen siendo robustas: 204 nuevos empleos cada día en Galicia (78 menos, eso sí, que en los mismos meses del 2018).

Nuevos puestos de trabajo que, a diferencia de lo que ocurría en el arranque del verano anterior, no tienen ya rostro de mujer: ocho de cada diez fueron ocupados por hombres. Y esto es así no solo por el repunte del sector industrial, muy masculinizado, que pasó de destruir empleo a engordar sus plantillas con 5.800 personas, sino porque toda la creación neta de empleo en los servicios (donde la ocupación creció en solo 7.100 personas, ni una cuarta parte de las contrataciones que se hicieron en el inicio de la pasada campaña estival) fue masculina. No quiere esto decir que ni una mujer encontrara empleo en actividades como la hostelería o el comercio, sino que hubo tantas contrataciones como despidos, mientras que en el caso de los hombres fueron más las primeras. En el resto de los sectores, destaca el repunte de la ocupación en el campo (agricultura y ganadería), con cinco mil trabajadores más, por los dos mil que se incorporaron a las empresas de la construcción. Solo la pesca destruyó empleo en la comunidad en primavera: 1.400, por ser concretos.

Alta temporalidad

Seis de cada diez de esos nuevos ocupados (11.100) lo son por cuenta ajena. Y, de ellos, la inmensa mayoría (un 90 %) se incorporaron al mercado laboral con un contrato temporal, algo propio de la época del año (aunque mucho más acusado que en el resto del país, donde la proporción estaba cerca del 50-50). Sin embargo, si se amplía el foco, y se analiza la evolución del mercado laboral en los últimos doce meses (lo que implica eliminar de la fotografía aquellos puestos de muy corta duración que no han resistido todo ese período), la tendencia se invierte y casi la práctica totalidad del nuevo empleo acumulado (un 86 %) tiene carácter indefinido.

En Galicia, son los jóvenes menores de 25 años los más beneficiados de las contrataciones de refuerzos estivales, ya que copan un tercio del empleo que se crea. Un dato que choca con el registrado en el conjunto del país, donde el segmento de edad donde más crece la ocupación está en el polo opuesto: el de los mayores de 55 años.

La mejoría del mercado laboral permite, pese a la desaceleración, seguir reduciendo las tasas de paro que, en el caso de España, se queda a pocas centésimas de caer de la barrera del 14 % y que, en la comunidad, se sitúa casi tres puntos por debajo, en el 11,3 %, la cifra más baja desde el 2008, el año en el que comenzó la crisis.

Porcentajes que, traducidos a personas, se traducen en 123.600 desempleados menos (en el segundo trimestre del año pasado la caída superó las 300.000 personas), de los que 13.500 son gallegos. Cifra positivas que eclipsan otras señales más alarmantes que también emite la EPA, que muestra que, si se desestacionalizan los datos (es decir, se limpian de los vaivenes propios de la temporada analizada), el empleo muestra el avance más moderado de los últimos cuatro años y el paro subiría por primera vez en más de cinco, en concreto desde que la economía española retomó la senda de crecimiento.

Familias con todos en paro

Proyecciones estadísticas al margen (importantes por lo que apuntan sobre la tendencia del mercado laboral), lo cierto es que la reducción del desempleo ha supuesto un alivio en la situación de las familias gallegas. Especialmente, en la de 2.800 hogares que antes de abril tenían a todos sus miembros en paro y que en el último trimestre vieron cómo alguno de ellos encontraban empleo, pese a lo cual quedan todavía 52.200 en esa situación. En más de la mitad de las familias de la comunidad, sin embargo, todas las personas en edad y condiciones de trabajar están ocupadas. Son ahora 617.100, 26.600 más que doce meses atrás.

A punto de recuperar los 20 millones de ocupados, once años después

Si la tendencia de los últimos años se mantiene, y el frenazo en la creación de empleo no se acentúa, este verano se podrían superar de nuevo los 20 millones de ocupados, una barrera que se perdió hace más de once años, al inicio de la crisis, y cuya recuperación ha sido uno de los objetivos más nítidos tanto del anterior Gobierno como del actual.

Mientras llega ese momento, y pese a las señales de alarma que emite la EPA, la secretaria de Estado de Economía, Ana de la Cueva, prefirió poner el foco sobre las luces de la encuesta, remarcando la mejora de los indicadores sobre la calidad del empleo, como que el 90 % de los puestos creados en el último año son indefinidos y el 89 %, a tiempo completo.

Algo similar a lo que hicieron desde el Gobierno gallego, resaltando que el actual nivel de paro es el más bajo desde que Núñez Feijoo preside el Ejecutivo autónomo, y reivindicando el alza de la ocupación en el sector industrial como el resultado de sus políticas económicas, que se traducen en un empleo de mayor calidad. «Se está demostrando que Galicia está mirando a la formación, a la innovación, la internacionalización... Palancas que están permitiendo la disminución del paro», remarcó el conselleiro de Economía, Francisco Conde.

Mientras los Gobiernos reivindican los datos positivos como méritos propios, los agentes sociales se abonan a sus habituales discursos. La patronal de las pymes (Cepyme) dio una de cal y otra de arena, con una valoración «positiva» de la creación de empleo pero advirtiendo de las «dificultades» que empiezan a vislumbrar para mantener los ritmos de reducción del paro. Y los sindicatos pusieron de nuevo el acento en la cuestión de la precariedad. Así, desde Comisiones Obreras-Galicia destacaron que la EPA «constata que hai máis emprego pero de peor calidade».

Subida del salario mínimo

Al margen de la encuesta, otro de los asuntos laborales que se pusieron de nuevo ayer sobre la mesa fue el del salario mínimo. Y es que, mientras sigue abierto el debate de los efectos de la subida del SMI en la creación de empleo (que tardará meses en aclararse), la número dos del Ministerio de Economía no quiso ayer pronunciarse sobre la intención del Ejecutivo para la subida del próximo año. Defendió que la decisión de elevarlo a 900 euros este año se tomó porque «había margen» y era necesario ajustar la evolución de los salarios al ciclo económico tras años de pérdida de poder adquisitivo, pero dejó claro que las futuras subidas dependerán de cómo evolucione la economía y el consumo: «A medida que evolucione la situación económica se tomarán las medidas oportunas, haciendo el seguimiento prudente de cual es su situación y las posibles implicaciones tanto en términos de mercado, de consumo y de capacidad adquisitiva de las familias».