Nadia Calviño avanza que el Ejecutivo socialista elevará su estimación de crecimiento
12 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Banco de España revelaba hace unos días que las reclamaciones de los españoles relacionadas con sus entidades financieras se redujeron considerablemente del 2017 al 2018. El año pasado fueron casi 20.000 las personas que presentaron una queja ante el organismo supervisor, lo que supone un 51 % menos que en ejercicio precedente y, aunque se han reducido en gran medida, las reclamaciones por los préstamos hipotecarios volvieron a ser las más comunes (54 % del total).
Para incentivar que los bancos resuelvan los problemas con los usuarios sin que estos tengan que acabar recurriendo a las autoridades, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, abrió ayer la puerta a imponer un pago a las entidades por cada queja que se interponga contra ellos ante la Autoridad de Protección del Cliente Financiero, con lo que además así también se podría financiar este organismo de nueva creación.
Sus servicios serán gratuitos para los consumidores, quienes no necesitarán abogado ni procurador para verse amparados por ella; y sus dictámenes, vinculantes. Y la idea es que eche a andar en la nueva legislatura si Sánchez consigue formar Gobierno.
Revisión al alza del PIB
También avanzó ayer Calviño que el Ejecutivo elevará su estimación de crecimiento, tras el espaldarazo que recibió la economía española este miércoles con la mejora en dos décimas de la previsión de la Comisión Europea, hasta el 2,3 %, una décima más de lo que esperaba el Gobierno hasta ahora. No precisó cuánto, pero avanzó que estará en línea con las estimaciones de otros organismos. El Banco de España también elevó recientemente su cuadro macroeconómico hasta el 2,4% de avance del PIB este año.
Sobre los planes referidos a la reforma laboral, pidió «mirar hacia el futuro» y no dedicar «toda la energía política a tejer y destejer» medidas porque eso «no resuelve los problemas del mercado de trabajo». «Revertir la reforma laboral no va a mejorar las condiciones de los chicos que están trabajando para Deliveroo o Glovo, no va a resolver los retos que nos plantea la digitalización y robotización del empleo», argumentó.