Bonifica el relevo de modelos de más de 10 años por vehículos que emitan menos CO2
08 jul 2019 . Actualizado a las 15:49 h.Los concesionarios gallegos llevan diez meses consecutivos de caída en sus ventas. La fábricas de coches instaladas en España, incluida PSA Vigo, de donde sale buena parte del stock que almacena la red comercial, cerrarán el 2019 con la producción estancada o a la baja. El mercado, confuso por la guerra abierta contra el diésel y el motor de combustión, no parece dar señales de vida ni en verano, que es la época de mayor afluencia en los concesionarios.
Cuando ya se empieza a hablar de ajustes de empleo en los concesionarios, la Xunta, emulando la iniciativa lanzada hace unos meses por el País Vasco, anunció este viernes la inminente puesta en marcha de un plan de ayudas propio, dotado con 1,1 millones de euros, con el objetivo de incentivar la compra de 2.000 vehículos nuevos en lo que queda de año.
2.000 beneficiarios
Los beneficiarios serán particulares (800.000 euros) y empresas (300.000 euros) que residan en la comunidad gallega, y que entreguen un vehículo de 10 o más años de antigüedad al comprar uno nuevo.
Pero ojo, no vale adquirir cualquier coche. Para contar con la ayuda, la compra no podrá superar los 40.000 euros, lo que excluye a las gamas altas y de lujo. El modelo a achatarrar tendrá que tener la ITV al corriente y estar a nombre del beneficiario. Pero, además, es condición imprescindible que el vehículo nuevo no supere la emisión de 120 gramos de CO2 por kilómetro. Si es así, la Xunta, pondrá 500 euros y el concesionario otros 500, para que la ayuda directa al comprador sea de 1.000 euros. El premio será mayor si el modelo elegido emite menos de 100 gramos. En ese caso, la bonificación será de 1.500 euros (750 euros a cargo de la Xunta y 750 más con cargo al concesionario. Según las cuentas del Gobierno autónomo, este renove gallego reportará alrededor de 40 millones de euros en ventas a los concesionarios y generará 320 puestos de trabajo directos en la red comercial.
A partir del 30 de julio
«Con esta medida, pretendemos conseguir un parque automovilístico más eficiente, más sostenible y con menos emisiones», afirmó ayer el presidente Núñez Feijoo, que aprovechó la inauguración en Oleiros de una senda verde, para anunciar la activación de este plan, cuyas bases se publicarán en el Diario Oficial de Galicia del próximo lunes, 8 de julio, para que entre en vigor a partir del 30 de julio y esté en funcionamiento hasta el 15 de octubre, fecha de finalización del primer renove gallego.
El modelo viejo tendrá que tener la ITV pasada; el nuevo no podrá pasar de 40.000 euros Los concesionarios que quieran participar en este plan dispondrán de 5 días hábiles, a partir del próximo lunes, para inscribirse. Fuentes de la Xunta explican que los concesionarios y puntos de venta de vehículos autorizados en Galicia serán los encargados de solicitar las ayudas a la compra en nombre de sus clientes. «Todo el proceso se tramitará de forma telemática, desde la solicitud, a la consulta para ver el estado del expediente y la documentación presentada», aclaran.
Por orden de llegada
«Hay que tener en cuenta que se trata de una orden por concurrencia no competitiva, por lo tanto, el reparto de los fondos se realizará por orden de llegada de las solicitudes», añade la Administración gallega.
La iniciativa lanzada por la Xunta es una demanda a gritos del sector del automóvil, tanto por parte de los fabricantes instalados en España como de la red comercial.
Esta semana, tras hacerse público el dato de caída del mercado en lo que va de año de un 5,8 %, Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes Anfac, volvió a insistir en la urgencia de poner sobre la mesa un plan de choque a nivel estatal que revierta la situación que se viene arrastrando ya desde septiembre del 2018.
«Las medidas que son eficaces para la renovación del parque son aquellas que consideran la compra de vehículos de bajas emisiones para sustituir a vehículos antiguos», dijo Armero, y esa es la fórmula por la que ha apostado la Administración gallega.
