Tiene un centenar de ofertas por el paquete inmobiliario en venta, que incluye Marineda
29 jun 2019 . Actualizado a las 09:41 h.El Corte Inglés está inmerso en un proceso de desinversión inmobiliaria con el que enjugar su abultada deuda financiera, pero descarta ampliar la actual cartera en venta, que incluye un total de 95 propiedades en España y que en Galicia afecta al centro comercial coruñés de Marineda City. Así lo confirmaron este viernes fuentes del gigante de la distribución durante la presentación de los resultados del ejercicio 2018, cerrados el pasado 28 de febrero, en el que el grupo incrementó su beneficio neto casi un 30 %, hasta los 258,2 millones de euros, frente a los 202 del 2017.
El cuaderno de venta, elaborado por la consultora PwC, cifraba entre 1.500 y 2.000 millones los ingresos totales de la operación. La empresa se mostró gratamente «sorprendida» y «bastante satisfecha» por la cantidad de inversores interesados: ha recibido cerca de un centenar de ofertas no vinculantes por parte de «todo tipo de inversores» por los activos puestos a la venta.
Aseguraron que, de momento, están centrados en su análisis, ya que el objetivo es «generar valor». Por ello, indicaron, aún no se ha decidido si la venta se hará por bloques o activo a activo. «Puede haber de todo», apuntaron las mismas fuentes. Preguntadas por nuevas desinversiones inmobiliarias -venden los centros pero continúan como inquilinos-, aseguraron que «todo se estudia, por supuesto, pero ahora estamos focalizados en la cartera que está sobre la mesa».
No concretaron tampoco el calendario para valorar ofertas vinculantes o cerrar las ventas, aunque pretenden hacerlo a lo largo de este año. «No se pueden hacer 95 desinversiones de golpe», constataron.
Superar el «bono basura»
Hicieron hincapié en que toda la estrategia del grupo está orientada a lograr, al cierre de este ejercicio, que las agencias de calificación de riesgo le otorguen a El Corte Inglés -líder europeo de grandes almacenes y el tercero a nivel mundial por ventas- el grado de inversión y pueda dejar atrás la calificación de «bono basura». La ansiada mejora del rating, a la que responde el plan de ventas en marcha, busca mejorar y diversificar condiciones y fuentes de financiación, accediendo a inversores que solo compran por encima de ese rango.
La empresa desdramatiza la venta de propiedades, poniendo el foco en que representan un porcentaje muy pequeño sobre los «más de 17.000 millones en activos» que posee. Argumenta también que cuando alcancen el grado de inversión -las agencias de rating no lo reconocen de forma automática aunque se cumplan las condiciones de rentabilidad y deuda, pues ponderan la situación del pasado- gestionarán «de otro modo» su patrimonio y activos, pero que en este momento quieren tener una situación «más prudente» en lo que respecta a la deuda, dejándola en dos veces el resultado de explotación (ebitda), es decir, unos 2.000 millones.
La deuda se reduce un 12,2 %
Según las cifras presentadas ayer, en el 2018 el grupo redujo su deuda en 467 millones (un 12,2 %), hasta los 3.367 millones, gracias, además a la mejora del negocio. Y es que las ventas se incrementaron -por quinto año consecutivo- un 1,1 %, hasta los 15.783 millones, mientras que el margen bruto subió un 1,5 %, frisando los 4.700 millones; y el ebitda escaló a 1.075 millones (2,2 % más).
Con 93 centros comerciales y 90.000 empleados (más de 4.000 en Galicia), El Corte Inglés ha cerrado recientemente tres de ellos (en Oviedo, Sevilla y Cádiz), y no descarta algún otro cierre «puntual», pero no salir de los mercados en los que opera ni afectar al empleo (recolocaría a sus trabajadores). El grupo también descarta salir a bolsa.
Apenas el 4 % del negocio procede del canal «on line»
Los resultados presentados ayer muestran que el gigante español de la distribución tuvo en el pasado ejercicio un comportamiento algo mejor que la media del comercio minorista, pues sus ventas se incrementaron cuatro décimas más: un 1,1 % frente al 0,7 % de la tasa interanual del comercio al por menor.
La evolución fue positiva en todas sus líneas de negocio, de las que el retail (que agrupa a El Corte Inglés, Hipercor, Supercor, Sfera y Bricor) supone un 77,7 % de la facturación total, frente al 22,3 % que aporta el no retail (áreas de viajes, informática y seguros). Aunque la mayor parte de las ventas la concentra El Corte Inglés (que desde el pasado año incluye a Hipercor), con 11.761,64 millones, el mayor crecimiento lo ha experimentado la cadena de moda Sfera: ha pasado de 271 millones a casi 427.
Crecimiento del 20 %
Uno de los principales retos de la compañía lo supone el crecimiento de las ventas por Internet que, aunque han crecido un 20 % en el último ejercicio, solo suponen un 4 % del volumen total (630 millones de euros), a distancia, por ejemplo, del peso que el comercio de venta en línea tienen firmas como Inditex, con un 14 % del total de ventas.
La compañía es el tercer operador on line de España, solo por detrás de Amazon y el chino Alibaba con el que, por cierto, tiene un acuerdo de colaboración para ventas y distribución, además de en innovación digital.
Fuentes oficiales del grupo destacan, en cualquier caso, que la apuesta es por la «omnicanalidad», es decir, por la integración de las ventas físicas y por Internet, centrándose en mejorar la experiencia de compra del cliente y en ofrecer una oferta novedosa que se adapte a los nuevos hábitos de consumo.
Cabe recordar que el grupo afrontara en breve un nuevo relevo en su presidencia -el tercero en un año-, ya que el consejo de administración, en su reunión de este mes (aún sin convocar), propondrá a Marta Álvarez, hija adoptiva del histórico Isidoro Álvarez, presidente hasta su muerte en el 2014, para relevar a Jesús Nuño de la Rosa, que seguirá como consejero delegado.