¿Le quitará el trabajo un robot?

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Christophe Gateau | Dpa

Según un estudio, un 34 % de los empleos podría desaparecer a partir del 2030 a causa de la automatización

24 jun 2019 . Actualizado a las 12:10 h.

Los que peor vislumbran el futuro se atreven a dibujar un contexto apocalíptico. Las voces más agoreras hablan de la irrupción de los trabajadores de hojalata y tornillos como sustitutos de los de carne y hueso. El porvenir, sostienen, viene plagado de paro. Pero no es todo tan negro como lo pintan los luditas de la era contemporánea. Voces de reconocido prestigio y sobrada credibilidad reman hacia el sentido contrario. Según el informe The Future of Jobs 2018 (El futuro de los trabajos 2018) elaborado por el Foro Económico Mundial, en los próximos años desaparecerán 75 millones de empleos. Pero, para compensar, la llegada de tecnologías como la automatización permitirán que surjan otros 133 millones de nuevos roles hasta ahora desconocidos.

La suerte no correrá para todos de la misma manera. Habrá empleados que lo tendrán más crudo y que poco a poco verán como sus tareas se irán extinguiendo y serán ocupadas por aparatos de lo más avanzado. Informes como el del FEM señalan precisamente qué operarios deben comenzar a repensar de manera más sesuda su futuro. «Redundante» es el adjetivo con el que el informe se refiere a todos aquellos puestos que resultarán cada vez más imprescindibles, empleos básicamente rutinarios, con tareas manuales y que requieren habilidades de nivel medio.

 Actualizar datos

Lo tienen muy crudo, dicen los expertos del Foro Económico Mundial, los trabajadores que dedican sus jornadas a introducir o actualizar datos en los sistemas informáticos. El suyo es el trabajo que más sustituirán los robots en el futuro. En segunda posición de este peculiar ránking se sitúan los administradores y contables. La medalla de bronce se la quedan los secretarios administrativos y ejecutivos. Tampoco pinta muy halagüeño el futuro de profesiones como los trabajadores de fábricas y cadenas de montaje, los de información al cliente, auditores, dependientes de almacenes o dependientes del servicio postal.

Los del FEM no son los únicos que se han atrevido a poner negro sobre blanco las profesiones que más sufrirán la robotización del mercado. La Universidad de Oxford y la BBC elaboraron hace un par de años un exhaustivo listado en el que los vendedores telefónicos se colocan como los más sufridos. Tampoco salen muy bien paradas profesiones como los mecanógrafos, los secretarios de despachos jurídicos, los asesores financieros, los inspectores técnicos o el administrador de ventas. Todos ellos verán como las cifras de paro aumentan en su sector en los próximos años de manera vertiginosa. No todo son malas noticias. En esta guerra entre el hombre o la máquina surgirán miles de nuevas oportunidades, mientras que otras profesiones -con larga historia- sobrevivirán sin despeinarse a la llegada de los autómatas. Entre los emergentes, el FEM destaca profesiones como los analistas de datos, los especialistas en Inteligencia Artificial y aprendizaje de máquinas o los desarrolladores de software y aplicaciones. También verán cómo su currículo se revaloriza con el tiempo los profesionales de ventas y márketing o los especialistas en big data y transformación digital. No todos los puestos cotizados suenan a profesiones de ciencia ficción. Perfiles de toda la vida -como el del profesor, el psicólogo o el arquitecto- seguirán existiendo a pesar de la conquista de los androides.

 No impactará hasta el 2030

La industria manufacturera es la que más está notando la llegada de los robots. En el 2017, la media de estos aparatos por cada 10.000 empleados en este sector era de 85. Aunque en España ya alcanzaba los 157. A la cabeza de este ránking, elaborado por la Federación Internacional de Robótica (IFR), se sitúa Corea del Sur, con hasta 710 androides por cada 10.000 trabajadores. Estas cifras muestran que esta revolución todavía nos dará un respiro. Según otro estudio elaborado por la consultora PwC, la Inteligencia Artificial no impactará significativamente en el mercado de trabajo español hasta el 2030. Será a partir de ese año cuando el 34 % de los empleos podría desaparecer a causa de la automatización de los procesos. En los próximos años, según el informe, solo un 3 % de los empleos patrios estará en riesgo (sobre todo labores de análisis y estructurado de datos). Sin embargo, las máquinas irán poco a poco conquistando más horas de trabajo. Una de las novedades del informe del Foto Económico Mundial es el exhaustivo análisis que han realizado de cómo hombre y máquina se repartirán las horas trabajadas. Del 71 % para los humanos y el 29 % de las máquinas que existe actualmente, pasaremos a un sorprendente 58 % y 42 % respectivamente en el 2022.

 Poco preparados

La OCDE arroja algo más de sal en la herida. Alerta el organismo que la automatización y la tecnología avanzan a un ritmo imparable y no todos los países están preparados de la misma manera para afrontar el cambio. El 14 % de los países de la OCDE están en riesgo de automatización del trabajo. Pero no todos verán la llegada de los robots de la misma manera. En Noruega, por ejemplo, el porcentaje de empleos en alto riesgo de desaparecer a causa de las máquinas se sitúa en el 6 %, mientras que el de Eslovaquia, a la cola del ránking, se sitúa en el 34 %. La suerte de España también pinta algo oscura. Los trabajadores patrios se colocan en la parte alta de la tabla, con un riesgo de ver ocupar sus trabajos que se coloca en el 21,7 %. Y hay más. De media en la OCDE otro 32 % del empleo sufrirá una «transformación radical por el avance de la tecnología».