Maroto bendice a Parter mientras Quantum vuelve a la pelea por Alcoa

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Representantes de Parter, a la derecha, explican sus planes a las comunidades autónomas de Galicia y Asturias
Representantes de Parter, a la derecha, explican sus planes a las comunidades autónomas de Galicia y Asturias Ministerio de Industria

El fondo alemán obvia el preacuerdo con el suizo y opta a comprar Avilés y A Coruña

20 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aviso para navegantes: «Todos deberíamos estar satisfechos con el preacuerdo» alcanzado por Alcoa con el fondo suizo Parter para venderle las plantas de A Coruña y Avilés, proclamó la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, porque, añadió, se trata de «un inversor que cumple exactamente los requisitos, no solo del Ministerio de Industria, sino también los planteados en la mesa de seguimiento» de la crisis de la multinacional del aluminio. En esa mesa están representadas las comunidades de Galicia y Asturias, así como los representantes sindicales de los trabajadores, la propia Alcoa y los ministerios de Industria y Transición Ecológica (aunque este último se ha desentendido un tanto de la resolución de la crisis).

Con sus primeras declaraciones sobre el principio de acuerdo de venta de las plantas -alcanzado el martes-, Maroto parece lanzar un aviso a los sindicatos asturianos, que no ven con buenos ojos al suizo Parter, y prefieren otra oferta, la del fondo Quantum, descartado la semana pasada por Alcoa, porque no ofrecía garantías financieras suficientes y, sobre todo, porque solo quería comprar la fábrica asturiana.

Y es que esa mesa se reúne este jueves en Madrid para que todos sus integrantes den su visto bueno al acuerdo de venta. Alcoa quiere el plácet expreso de los sindicatos y no está nada claro qué harán finalmente los asturianos. La compañía amenaza con que las consecuencias de un no serían el despido colectivo pactado a partir del 30 de junio si no se quitaba antes de encima las fábricas. En el peor de los casos, o sea, si la operación se frustra en el último momento, la multinacional del aluminio mandaría a la calle a 268 operarios, el 43 % del total de ambas plantas, con una indemnización inusual: 60 días por año trabajado sin límite de anualidades, más 10.000 euros para cada despedido.

Parter no convence a los avilesinos porque se trata de un fondo de capital riesgo con escasa experiencia industrial en el sector siderúrgico, a diferencia de Quatum.

Según distintas fuentes del Principado, no confirmadas por Alcoa, el fondo alemán tendría lista una contraoferta que incluiría esta vez también a las instalaciones coruñesas, amén de las asturianas. Fuentes de la multinacional del aluminio se limitaron a explicar que no hay cambios en la operación, es decir, que el principio de acuerdo con Parter se mantiene como la única opción de futuro para las fábricas, y que Quantum sigue descartado.

El fondo de inversión alemán, que está llevando a una representación de los trabajadores de Alcoa en Avilés de visita por varias de sus fábricas en Alemania e Italia, ha reaccionado tarde, pues falta poco más de una semana para que venza el plazo para la venta y, sobre todo, cuando hay ya sobre la mesa un principio de acuerdo con otro inversor, que Alcoa no va a romper a estas alturas de la crisis.

La venta de los activos no es a cambio de dinero, sino de que el fondo asuma el 100 % de los empleos durante al menos los dos próximos años.

Reyes Maroto subrayó que ese principio de acuerdo con Parter para el traspaso de las dos planas es la «hoja de ruta con la que se comprometió» el Gobierno, y destacó que «hemos llegado a donde queríamos llegar». «Tenemos un preacuerdo de venta, que es algo por lo que hemos estado trabajando estos seis meses», recordó.