Los concellos sin oficinas bancarias tendrán cajeros de acceso universal

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

ECONOMÍA

Banco Popular

La Xunta licitará el servicio para 41 municipios, y teme que la demanda crecerá

13 jun 2019 . Actualizado a las 20:47 h.

La Xunta ha abierto una batalla contra la exclusión financiera de los pequeños municipios y quiere que exista al menos un servicio de cajero automático en los concellos que no dispongan de una entidad bancaria. No es anecdótico el problema. En Galicia, según el Banco de España, hay 41 ayuntamientos que no cuentan con oficinas ni ningún sistema para acceder a servicios tan simples como sacar o ingresar dinero, actualizar los apuntes o pagar recibos. Se trata de un 13 % del mapa municipal, y afecta a unas cincuenta mil personas, la mitad de ellas en la provincia de Ourense, pero también hay varios núcleos del interior de A Coruña y Lugo y un par de casos en Pontevedra.

Pero el problema ya no es la situación actual, sino el panorama que pueda quedar cuando culmine la paulatina pero imparable reestructuración bancaria en España, que se está saldando con el cierre de cientos de oficinas en ciudades y entornos rurales y la pérdida de miles de empleos. «O número de concellos sen bancos vai subir nos vindeiros anos», auguró el presidente Feijoo, quien ofreció los primeros detalles de la iniciativa tras la reunión semanal del Gobierno.

La Xunta no será pionera en la redacción de este contrato, pero es cierto que se trata de un terreno poco explorado y hay algunas dudas sobre cómo va a reaccionar el sector. La Comunidad Valenciana fue la primera en ponerlo en marcha a finales del año pasado y ya ha avanzado con la adjudicación de 120 cajeros, para lo que activó un concurso por 7,4 millones de euros que verá sus primeros frutos el próximo otoño. La iniciativa del Ejecutivo liderado por Ximo Puig encontró repercusión en un centenar de ayuntamientos, va a prestar servicio a 136.000 habitantes y el coste público de la operación ronda los 10.000 euros por cajero al año durante un lustro.

Asesoramiento y banca móvil

El concurso que impulsa la Xunta va a tener características propias, pero al igual que en la comunidad mediterránea se va a premiar a aquellas entidades u organizaciones financieras que incluyan servicios de asesoramiento personal y presencial cada cierto tiempo para resolver las dudas que puedan tener los usuarios, y que también fomenten la formación para ampliar el uso de las aplicaciones desde plataformas informáticas, desde las que se pueden realizar casi todas las operaciones cotidianas.

Para la activación de esta iniciativa es indispensable la colaboración de los concellos, de ahí que la Administración autonómica vaya a esperar unas semanas a que se conforme la nueva directiva de Federación Galega de Municipios e Provincias, tras las tomas de posesión de mañana. Entre otras cuestiones, porque la idea es que los cajeros automáticos estén físicamente en un inmueble público, a poder ser de titularidad municipal, y no se descarta que se habiliten espacios en las propias casas consistoriales y otros edificios de fácil acceso para la población. Y la Xunta también espera algún tipo de colaboración municipal para que se pueda atender una de las demandas más habituales en la Galicia despoblada.

Servicio universal

En cada terminal se podrán hacer las operaciones ordinarias, como sacar o ingresar dinero y el pago de facturas, y está por ver si técnicamente se pueden ampliar los servicios por cuanto el objetivo es que el cajero tenga carácter universal, esto es, que cualquier cliente pueda realizar en él sus operaciones independientemente de cuál sea su entidad bancaria. Evidentemente existirán algunos costes, como ocurre en cualquier terminal, pero la Xunta tiene mucha confianza en que sean asumibles para los usuarios y para sus propias arcas, porque las empresas que aspiren al contrato lo harán en concurrencia competitiva y deberán afinar sus ofertas para hacer frente a los gastos y a la instalación del cajero. Y también se espera que esta iniciativa pública estimule a las propias entidades a buscar otras fórmulas para que las zonas más deprimidas a nivel demográfico tengan servicios financieros que sustituyan a las oficinas.