Con un robot por cada dos trabajadores, la nueva planta del grupo alemán se alimenta de energía solar, no utiliza para nada el papel y pinta los vehículos sin verter una gota de agua.
07 jun 2019 . Actualizado a las 10:38 h.San Luis de Potosí, una ciudad situada en el centro de México, de 800.000 habitantes, es el lugar elegido por BMW para levantar su centro de producción número 31, el más innovador del mundo, por su robotización (1.200 trabajadores y 519 robots) y el uso generalizado de sistemas de visión artificial y análisis de datos en todo el proceso de producción; pero también por su concepto de diseño, más parecido a un laboratorio que a una cadena de montaje; y por su integración con el mínimo impacto medioambiental. Por ejemplo: es la primera fábrica de coches que se alimenta exclusivamente de energía alternativa, cien por cien libre de CO2 (cuenta con una planta fotovoltaica de 70.000 metros cuadrados); en fábrica no se utiliza el papel, solo emplea datos digitales en línea, en tiempo real; y está dotada con la primera cabida de pintura de coches que no produce aguas residuales.
La empresa ha invertido más de mil millones de dólares (algo más de 880.000 euros) en la nueva planta de producción. La fábrica, que ya emplea a 2.500 personas, tendrá una capacidad de producción de 175.000 unidades al año de la serie de modelos BMW Serie 3 berlina cuando se complete la fase de arranque, en la que ya se incorporan unidades eléctricas, que irán a más en función de la demanda del mercado. Solo para empezar, porque su potencial futuro está aún por calcular. El 50 % de sus proveedores son locales, lo que, según BMW, generó 22.000 puestos de trabajo en San Luis de Potosí en el 2018.
Entre estos proveedores figuran empresas españolas, como Acciona, que se encarga de la logística, y los fabricantes de componentes Antolín y Gestamp, desde sus plantas instaladas en la región.
¿Por qué BMW se instala en México? Para el fabricante alemán se trata de una decisión tomada en clave de mercado, que obedece en gran medida a la posición geográfica estratégica del país azteca, las buena infraestructura logística (el tren llega a la planta), por sus conexiones por mar y autopistas, de cara a la exportación. La gallega Milagros Caiña-Andree, máxima responsable de recursos humanos, por su parte, explicó que BMW ha invertido 13 millones de dólares en el programa de formación profesional dual desde el 2015 para educar y entrenar a sus empleados. «Más de 100 jóvenes han finalizado ya sus planes de FP. Esto demuestra nuestra colaboración con las instituciones de educación estatales y regionales».
Destacó Caiña-Andree, que más de 450 empleados han viajado a Alemania, Estados Unidos China para formarse». Además, el 30 % del personal en la cadena de producción son mujeres y el 26 % en los puestos indirectos, siendo la edad media del total de la plantilla de 31 años.
La gran pregunta de la sesión de apertura de ayer giró en torno al incómodo vecino estadounidense ¿Miedo a Trump y a sus aranceles? Este año el 100 % de los coches que se fabriquen irán para el mercado americano, pero en los próximo ejercicios, desde San Luis de Potosí saldrán vehículos para más de 40 mercados mundiales. Aparentemente, el grupo no parece muy preocupado. O eso es lo que ha querido mostrar públicamente. «No vamos a reaccionar a anuncios a corto plazo de tarifas aduaneras [el incremento con el que amenaza Trump es del 5 al 10 %], ni vamos a cambiar nuestros planes por meras especulaciones. Nosotros vamos a abastecer a un mercado en crecimiento que no va a depender de Estados Unidos», manifestó Oliver Zipse, miembro del consejo de administración de BMW AG responsable de la producción, en el acto inaugural de la planta.
Con un crecimiento continuo, México es el mercado más importante de la región. En el 2018, el Grupo BMW vendió un total de 25.090 vehículos (18.501 BMW y 6.589 MINI) en México (un incremento de más del 13% con respecto al año anterior).