Barreras, del concurso a vacaciones en el mar

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XOÁN CARLOS GIL

Tras superar su crisis con el apoyo de la Xunta, el astillero refuerza su entrada en el mercado de los cruceros de lujo

01 jun 2019 . Actualizado a las 16:05 h.

Hace casi cinco años, Hijos de J. Barreras salía del concurso de acreedores en el que cayó en el año 2011 arrastrado por la crisis de tax lease. Aquel 10 de octubre del 2014, el astillero fiaba su futuro a la corporación mexicana Pemex, que un año antes (en diciembre del 2013) había desembarcado en la empresa haciéndose con el 51 % del capital a través de su filial PMI Holdings.

Barreras se agarró con uñas y dientes al plan de renovación de la flota de la petrolera azteca. Pero el salvavidas pinchó, y el único buque encargado, el flotel Reforma Pemex, entregado hace tres años, aún sigue dando pérdidas a la factoría, que cerró el 2017 con algo más de 3 millones de euros en pérdidas, tras los 5,5 millones en rojo registrados en el 2016.

Ahora, el rumbo del astillero ha virado para bien. Sin ayuda de la petrolera, cuya única función se limita estar sentada en el consejo de administración que se reúne de tarde en tarde; pero con el respaldo de la Xunta, y así lo puso en valor el presidente Feijoo el jueves, en el acto convocado por The Ritz Carlton para confirmar la adjudicación al astillero del segundo crucero de lujo, que abre muchas opciones a la firma de una tercera unidad. El presidente gallego recordó la difícil situación de Barreras hace unos años, tras un proceso concursal complicado, y las gestiones de su Gobierno para facilitar la entrada de un socio y la construcción de un barco, en alusión a Pemex y a uno de sus floteles: «A partir de ahí, todo fueron buenas noticias para Barreras», al que definió como «un astillero centenario resurgido de sus cenizas», que fue «capaz de salir del infierno».

«Barreras acaba de confirmarse como el constructor de los dos barcos civiles más caros hechos nunca en un astillero en España, con dos contratos que suman un total de 500 millones de euros, y afianza su entrada en el mercado de los minicruceros de lujo, en pleno crecimiento», añadió.

«Barreras acaba de confirmarse como el constructor de los dos barcos civiles más caros hechos por un astillero español»  

Feijoo, que recordó el «buen momento» que vive actualmente el naval en Galicia, con una cartera de pedidos de 30 buques, dio las gracias a la empresa y sus socios de Marriott y Oaktree por la confianza depositada en la industria gallega. Además, el representante autonómico ofreció el «aval» de su Gobierno, y puso los despachos de la Xunta a disposición para futuros proyectos.

Falta ahora que Ritz Carlton, de la mano de Oaktree (el principal inversor de los cruceros) y tal vez animado por la Xunta, se lance a por el 51 % del capital de Barreras que Pemex ha puesto a la venta. Todos los actores niegan conversaciones al respecto, aunque fuentes del sector aseguran que la operación sería estratégica para la cadena hotelera, que acaba de confirmar la construcción de una segunda unidad de ultralujo, a la que seguirá una tercera. Su entrada en el astillero como accionista mayoritario le permitiría tomar el control de sus propios proyectos y rentabilizar al máximo su construcción, como en su día hizo Pemex con los floteles.