«Los problemas de Ence y Alcoa no son de ayer, y la Xunta debe cooperar»
Dicen que es la voz de la ortodoxia en el Consejo de Ministros. Pero ella defiende que han estado «alineados» en las políticas. También en la subida del salario mínimo.
-España ha vivido una caída muy importante de los salarios reales y el surgimiento de esa categoría de trabajadores pobres. Uno de los elementos para atajarlo es la subida del salario mínimo. Además, casi un 70 % de los perceptores son mujeres, por lo que si queremos ser serios en el cierre de la brecha de género era un instrumento que teníamos que utilizar. Es importante para reducir la desigualdad y no vemos un impacto negativo en la economía, al revés: mejora la renta disponible de las familias, la capacidad de consumo...
-La recuperación de la economía llega mucho más lenta al mercado laboral, ¿cuándo se recuperará el nivel de empleo previo a la crisis?
-El empleo creció un 3 % en el 2018, más que el PIB. No podemos ser complacientes cuando sigue habiendo más de tres millones de desempleados, pero la EPA del primer trimestre confirma la evolución positiva del mercado laboral: la ocupación aumenta en 596.900 personas en los últimos doce meses, la cifra más elevada en doce años. Y eso en un primer trimestre, que suele ser malo, sin Semana Santa, a diferencia del año pasado, y en un contexto de aumento de la población activa, que es un signo positivo de las expectativas de los ciudadanos.
-En Galicia preocupa el futuro de industrias como Alcoa y Ence, ¿hace el Gobierno todo lo posible?
-El compromiso del Gobierno con la industria y con Galicia es total. Hemos huido de la política del avestruz, la ministra de Industria se ha implicado personalmente y ha trabajado de forma intensa para encontrar soluciones, también en el caso de Alcoa: se están buscando inversores y viendo todo lo que podemos hacer para estabilizar la actividad y el empleo. Hemos adoptado el programa de ayudas de 91 millones y hemos actuado con total diligencia para elaborar el estatuto del consumidor electrointensivo. Ya se lanzó la consulta pública, estamos examinando las respuestas y el procedimiento se hace lo más rápidamente posible. El caso de Ence es diferente, porque es una cuestión que está ante un tribunal y el Gobierno no tiene más opción que aplicar la ley. No son problemas que vengan de ayer, se arrastran desde hace años, y requieren de la cooperación de las empresas y también de la Xunta, que tiene su responsabilidad.