China pone en marcha una filial de Conservas Albo para producir 25.000 toneladas en el 2020

ECONOMÍA

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La construcción de la fábrica arranca ya con 150 millones de inversión

25 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Era cuestión de tiempo que a los chinos les empezara a gustar el atún. La «débil demanda» de este producto es lo que ha retrasado los planes de Shanghai Kaichuang Marine International, el grupo dueño de Conservas Albo, para poner en marcha una filial en el continente asiático.

Despejadas las dudas sobre el objetivo de negocio, los propietarios de la empresa gallega acaban de anunciar el inicio de la construcción de la que será la mayor conservera de atún de China, y de la que saldrán 25.000 toneladas de producto envasado en pequeñas latas con el nombre impreso de la emblemática marca gallega, con destino a todo el mercado asiático.

Zhu Zhengwei, gerente de proyectos en Shanghai Kaichuang, ha explicado a los medios locales que la planta, de 90.000 metros cuadrados, se construye en Daishan, provincia de Zhejiang, con una inversión de 22,3 millones de dólares, y estará operativa al cien por cien de su capacidad en junio del 2020.

La nueva planta forma parte de la estrategia de Shanghai Kaichuang, integrada en el holding Bright Food para «internacionalizar» su negocio de atún. La firma adquirió la empresa gallega, con sede en Vigo, Hijos de Carlos Albo por 61 millones de euros en el año 2016. En junio del 2018 compró una participación mayoritaria en la procesadora y exportadora canadiense de productos del mar French Creek Seafood, después de casi cinco años de conversaciones.

El nuevo grupo propietario de Albo quiere hacer llegar la marca a millones de hogares de consumidores asiáticos y multiplicar su producción. Y tiene potencial para ello: su red de distribución cuenta con más de 100.000 puntos de venta solo en China.

Crecimiento en Galicia

Pero los asiáticos tienen claro que esa expansión comercial no podían hacerla con las instalaciones actuales de la zona de Beiramar (Vigo), que ocupa en régimen de alquiler. De ahí que su plan, además de la futura macroplanta china, contemple unas nuevas instalaciones en Galicia.

El grupo solicitó ya al puerto vigués la ampliación de la concesión del suelo que ocupa hasta el 15 de diciembre del 2041. Es una medida preventiva. La licencia en vigor vence en el 2027 y, para entonces, la intención de Bright Food es tener ya en marcha una nueva instalación para la que ya ha comenzado a buscar superficie.

Los dueños de Albo necesitan una parcela que les permita levantar en una primera fase 70.000 metros cuadrados de naves de producción, que ampliarían en una segunda fase, de la que aspira a ser la mayor planta de procesado de pescado de una multinacional asiática en Europa. En una visita a la factoría, el año pasado, la cúpula de la multinacional fue trasladada a la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves, en donde existe suelo disponible y compromiso por parte de la Xunta de habilitarlo este mismo año para construir la nueva planta.

Al cierre del 2017, últimas cuentas auditadas, Albo incrementó la cifra de negocio hasta los 92 millones (86,6 millones en el año de la compra).