Los hogares con retrasos en la hipoteca caen a la mitad en Galicia

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

En la comunidad hay 38.000 familias que se demoran con los recibos básicos, como el préstamo de la casa, el alquiler, la luz, el agua o el gas

23 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia ganó en el último año, según los últimos datos de la encuesta de población activa (EPA), 33.200 ocupados. Un empleo que se concentra en los servicios y se ha reducido en la industria, que ha crecido a menor ritmo que España, pero que tiene un reflejo inequívoco en la situación de los hogares. El número de familias gallegas con apuros económicos se ha reducido a mínimos. Es lo que se desprende de la última radiografía del Instituto Galego de Estadística (IGE): entre enero y marzo, la última encuesta contabiliza en la comunidad 38.000 hogares con retrasos en recibos de obligado cumplimiento; por estos, se entiende la hipoteca, el alquiler, préstamos bancarios, gas, calefacción, luz o agua. Esta cifra es casi la mitad de la estimada hace ahora justo un año, cuando se rozaban los 70.000, y se halla lejos de los resultados en el peor momento de la crisis.

Lo mismo sucede en el análisis de otras variables. Por ejemplo, las familias que para reducir gastos cambian sus hábitos de compra y eligen productos de marca blanca o de oferta. En lo peor de la tormenta financiera, en enero del 2010, suponían el 43,48 %, es decir, casi 440.000, una proporción que, una década después, se ha reducido a casi la cuarta parte (113.700 familias), la más baja de la serie. También ha bajado de forma considerable el número de hogares que han recortado otros gastos comunes, excepto la alimentación. Aquí se incluyen ropa, calzado y transporte. Ahora hay en Galicia 108.000 familias que siguen optando por esta vía de ajuste en el gasto, cuando hace un decenio eran 255.000.

El porcentaje de las que necesitan recibir ayuda económica de parientes o amigos también es el más reducido de los últimos 10 años: el 5,49 %, la mitad que en el 2013, pero sigue siendo una cifra alta. En concreto, son 55.000 los hogares que necesitan un empujón de su entorno más próximo para poder llegar a fin de mes y cubrir sus necesidades básicas. También se ha reducido a mínimos el número de familias que han tomado medidas financieras. Esto es, renegociar las condiciones de las hipotecas, solicitar préstamos o aplazar las condiciones de pago. Ahora son el 1,6 % (16.300), la proporción más baja en nueve años. En enero del 2011, el IGE llegó a contabilizar casi 70.000 hogares en esta situación.

En el primer trimestre de este año, cayeron las familias que llegan con alguna dificultad a finales de mes en 2,56 puntos en relación al mismo período del 2018, al pasar del 46,12 al 43,56 %. Se trata de la cifra más baja de la serie, tal y como refleja el IGE.

El balance del mercado de trabajo gallego en el último año también ofrece otros dos elementos positivos para el análisis: se ha reducido el paro de larga duración y los asalariados con contrato indefinido aumentaron por encima de los temporales. La cara negativa es la concentración del crecimiento del empleo en los servicios, actividades peor remuneradas, con menores tasas de productividad y con mano de obra menos cualificada.