Más de la mitad de los contratos de Semana Santa enlazan con los estivales

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

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El empleo repite la tendencia de Navidad, cuando se conectan Black Friday y rebajas

17 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Que la Semana Santa coincida tarde en el calendario este año va a tener un efecto positivo sobre el empleo temporal asociado a estas fechas, ya que un buen número de los contratos de trabajo que se están realizando se van a prolongar ya hasta el final de la campaña estival, como confirman las empresas especializadas en contratación temporal. De hecho, según los datos de la plataforma digital de empleo Infojobs, el 57 % de las vacantes publicadas para Semana Santa alargan su duración hasta el verano, concentrándose en los sectores del turismo y la restauración, que suponen una de cada tres ofertas de trabajo en Pascua.

El porcentaje ha subido respecto al año pasado, cuando el 51 % de las vacantes ofrecían contrato hasta finales de septiembre. La previsión es que esta Semana Santa sea especialmente buena en términos de empleo en Galicia, como avanzan las estimaciones de las principales empresas de gestión de recursos humanos, que prevén que se firmen entre 6.750 y 11.280 nuevos contratos.

Adecco, por ejemplo, avanza que Galicia será la segunda comunidad en la que más empleo eventual se genere estos días, un 6,4 % más que hace un año, lo que supone una décima menos que Cataluña y dos puntos por encima de la media nacional, del 4,2 %. En concreto, estima que el número de contratos firmados aquí rebasará los 6.750, repartidos entre Pontevedra y A Coruña, con 3.000 respectivamente, y Lugo y Ourense, con 390 y 285 empleos más.

Por su parte, Randstad espera una cifra aún mayor y prevé que Galicia genere 11.280 nuevos puestos de trabajo durante esta Semana Santa que acaba de comenzar. «Es la cifra más alta de la historia», señalan, un 7 % más que en la campaña del 2018.

Todas las ETT consultadas coinciden en señalar que la fecha tardía en que la Pascua llega este año tendrá un traslación directa al mantenimiento de gran parte de los refuerzos para el verano. De este modo, el empleo repite la tendencia mostrada también en la pasada campaña navideña, cuando el período de contratación se amplió, adelantándose a noviembre para, por ejemplo, preparar el gran reclamo de descuentos que fue el Black Friday, y luego se encadenó con la propia campaña de Navidad, para seguidamente conectar con la de rebajas.

Así lo explica Eduardo Adán, director comercial de Nortempo para España y Portugal, subrayando que «las empresas de sectores como la restauración, la hostelería o el turismo, que ahora incorporan personal, buscan retener a esos trabajadores alargándoles los contratos más allá de Semana Santa, porque está mayo, con los festivos y el buen tiempo, y tiene lógica darles continuidad hasta pasado el verano, porque ambas campañas prácticamente se funden».  

Mejorar la contratación

Desde las organizaciones sindicales confirman también la existencia de una «bolsa de contratación que se suele estirar», como ocurre ahora o en Navidad, y ponen el foco en ese fenómeno para reclamar el fin de la precariedad.

«Ya que se reconoce que se crea empleo y que determinados sectores están extendiendo los contratos en el tiempo, creemos que, más allá de los temporales, hay figuras que regulan este tipo de estacionalidades recurrentes, como los contratos fijos discontinuos. ¿Por qué no usarlos?», sostiene Maica Bouza, secretaria de empleo de CC. OO. en Galicia, subrayando la necesidad de ir hacia una contratación estable en lugar de «seguir usando las fórmulas más precarias».

La hostelería gallega busca, pero no encuentra, camareros y cocineros   

«Se busca camarero» o «se necesita cocinero» son dos carteles clásicos de ofertas de empleo que vuelven a verse estos días en los establecimientos de media España, incluida Galicia. El sector no logra cubrir sus necesidades de personal cualificado de cara a los meses de verano. «Es un problema que revivimos año tras año y que, además, se ha ido agravando. No encontramos personal, y mucho menos cualificado», explica Héctor Cañete, presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña.

«Este año hemos formado a mucha gente como jefes de cocina en las escuelas de hostelería, pero los cursos para jefe de sala no conseguimos llenarlos», abunda. No hay ni cocineros ni camareros, y aunque apunta que «no es por razones salariales», argumentando que el convenio de hostelería «está bien pagado», Cañete admite que las condiciones laborales (con largas jornadas y trabajo los fines de semana) son difíciles.

PEPA LOSADA

Desde UGT-Galicia, el responsable del sector de hostelería, José Antonio Boullosa, discrepa: «Si quieres un profesional, tienes que pagarlo». Sostiene que el sector es «la selva» y que los derechos laborales «se incumplen bastante». «Firmas un contrato de cuatro horas y trabajas más del doble», pone como ejemplo, para recordar que aunque el convenio de Pontevedra está en vigor (con un salario mínimo de 1.000 euros y 15 pagas), el de A Coruña aún se está negociando -la patronal amagó con levantarse de la mesa por discrepancias retributivas-, mientras que Lugo y Ourense «llevan sin él desde el 2012 y el 2013, respectivamente».