La tarifa regulada de luz gana adeptos por primera vez, por la subida de precios

J. M. Camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Santi M. Amil

No obstante, el mercado libre sigue acaparando al 58 % de los clientes

06 may 2019 . Actualizado a las 11:50 h.

La subida de precios que experimentó la factura de la luz después del pasado verano, cuando alcanzó máximos del año, activó el malestar de los consumidores y, a la vez, las alertas de muchos hogares, que tomaron medidas para rebajar en la medida de lo posible el impacto de una costosa factura. Así, por primera vez desde que se puso en marcha el actual modelo de mercado eléctrico -con precios regulados y libres-, unos 30.000 consumidores se han pasado al contrato de la tarifa del precio de venta al pequeño consumidor (PVPC), una modalidad que había venido registrando bajas continuas desde hace más de un decenio. De hecho, dejó hace cinco años de ser la opción mayoritaria.

Sin embargo, repuntes de precios como el experimentado en septiembre del año pasado provocaron una reacción de los ciudadanos nunca vista hasta ahora. A finales de noviembre había 10.357.750 hogares con tarifa regulada frente a los 10.330.759 del mes anterior, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El cierre del año dejará, previsiblemente, otro incremento en este conjunto de consumidores, como anticipan desde el sector.

Usuarios domésticos

De esta forma, el reparto del mercado entre los aproximadamente 21 millones de usuarios domésticos acogidos a la tarifa PVPC sin ningún tipo de descuento por tramos horarios se divide casi a partes iguales (con porcentajes del 49 % y del 51 %) entre los 10,3 millones de la regulada y los 10,6 millones de las liberalizadas.

Se ha roto así la tendencia de los últimos años en los que la mayor parte de los hogares que cambiaban de tarifa asignada lo hacían para contratar algún paquete de precios fijos (por días, tramos u otras franjas) que comercializan hasta un centenar de compañías eléctricas (las grandes, pero también nuevas firmas que se suman al negocio). De hecho, si se tiene en cuenta a todos los consumidores domésticos (incluidos los que tienen tarifas horarias, en total unos 26,5 millones), los que se encuentran en el mercado libre (un 58 %) siguen siendo mayoría frente a los del regulado (un 42 %).

La ventaja de los contratos de PVPC reside en que suelen ser unos precios más bajos que el resto, aunque juegan con el inconveniente de que varían diariamente -lo hacen hora por hora-, lo que puede provocar etapas de costes más elevados, como ocurrió en septiembre del año pasado, mes en que la factura media de un hogar subió un 16 %.

La ventaja de la estabilidad

En el caso de los contratos del mercado libre, el consumidor paga un precio fijo, independientemente de la evolución del mercado de electricidad, durante un período que suele ser de un año. La ventaja es la estabilidad en el recibo, aunque no se aprovecha de las etapas en las que el coste eléctrico cae, como ocurre con el PVPC.

En este complejo mercado de tarifas, unos 727.000 titulares de contratos de luz se encontraban regidos por la tarifa regulada de discriminación horaria, la conocida como nocturna. Se trata de una modalidad en la que el consumo de kilovatios hora cuesta menos entre la franja comprendida entre las 23.00 y las 13.00 horas (o desde las 22.00 hasta las 12.00 en invierno).

Transición Ecológica promociona la tarifa nocturna

El Ministerio para la Transición Ecológica ha obligado por decreto a las compañías eléctricas del mercado regulado a informar a sus clientes sobre la posibilidad de acogerse a la tarifa nocturna. Las compañías están obligadas a explicar en las facturas cuál habría sido el importe si ese hogar tuviera contratada la discriminación horaria. Aunque los adeptos aumentan, todavía son un 6,5 de los consumidores con tarifa regulada.