Lence, un grupo de 148 millones que aspira a mantener sus raíces en Galicia

S. C. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

El «holding» familiar seguirá adelante sin cambios y dirigido por el mismo consejo de administración

07 abr 2019 . Actualizado a las 16:01 h.

Tranquilidad. Ese fue el principal mensaje que el consejo de administración de Lence Torres -el grupo que integra el negocio lácteo y el de carburantes- quiso enviar ayer a sus empleados y proveedores. Tras el fallecimiento de su propietario, Jesús Lence, el grupo seguirá adelante sin cambios y dirigido por el mismo consejo de administración que llevaba las riendas hasta ahora.

Aunque Lence había dirigido durante años sus empresas de forma personalista, las cosas habían cambiado hace algunos meses. Empujado por su enfermedad, el empresario decidió buscar alternativas para cerciorarse de que la criatura que había creado con tanto esfuerzo y mimo durante años seguía el camino estipulado. Creó un consejo de administración puramente profesional que, desde hacía un año, llevaba las riendas de la compañía. Este grupo de expertos lo formaban dos de sus hijos; Aída Cantó Veiga -química que lleva treinta años formado parte de la empresa y mano derecha de Lence-; y Jesús García, ingeniero agrónomo lucense que entró a formar parte de Leche Río hace quince años y que se incorporó el año pasado al consejo de administración para dirigir el grupo.

Los dirigentes de la compañía quisieron acallar desde el principio todos los posibles dimes y diretes sobre el futuro. Ayer se apresuraban a recordar que Leche Río es una empresa familiar y que continuará siéndolo tras el fallecimiento de Lence. De hecho, en los últimos años había llegado hasta sus despachos más de una propuesta para vender la compañía. Lence desechó todas. Ni tan siquiera quiso escucharlas. Su intención siempre fue que Leche Río siguiese siendo una empresa de capital exclusivamente gallego y el nuevo consejo de administración tiene claro que respetará esta filosofía.

Más de 200 empleados

Según los datos del Registro Mercantil, Lence Torres cerró el 2017 con 7,7 millones de beneficio y una facturación de 148 millones de euros. Su matriz, Leche Río, en la que se integra la marca Leyma, sigue siendo el primer grupo lácteo gallego. En sus cuatro factorías puede industrializar la mitad de la producción láctea gallega y es líder en comercialización de leche UTH en la comunidad, mientras que a nivel estatal ocupa la sexta plaza del ránking. Pero la corporación va mucho más allá del negocio de la leche.

Con más de 220 empleados a su cargo, el holding se complementa con la otra pata del negocio familiar: la sociedad limitada Complejo San Cristóbal, que aglutina el negocio de los carburantes. Lence también tenía una participación del 24,6 % en el hospital privado lucense Polusa.

El empresario gallego era el máximo accionista -y durante años principal sustento- del equipo de baloncesto Leche-Río Breogán; además de ser principal patrocinador del Leyma Básquet Coruña.