La viguesa Transfleet Europa, quinta postora por la marca, es la adjudicataria final
05 abr 2019 . Actualizado a las 20:01 h.No entraba en sus planes. Así de sincero se mostraba ayer el nuevo dueño de Caramelo, que todavía se confiesa sorprendido por los tumbos que ha dado la enseña textil gallega. «Cuando recibimos la carta de que Kangaroos renunciaba no me podía creer el tipo de carambola que se había producido. Todo lo que ha pasado estos últimos meses estaba fuera de nuestros planes, no nos lo podíamos esperar», sentenciaba Emilio Pérez Fojón, administrador de la viguesa Transfleet Europa, quinta postora en la subasta de la marca de moda y adjudicataria final por la suma de 362.000 euros.
A falta de confirmación del juez, Pérez Fojón aseguraba ayer estar plenamente convencido de que el proyecto acabará en sus manos. De hecho, ya revelaba algunos de los planes que tiene para el futuro de la emblemática enseña: «Nuestra idea es ir hacia un modelo de licenciamiento un poco más innovador y hacer meramente un papel gestor», explicaba el nuevo dueño de Caramelo, que además aclaraba: «El punto de innovación será a nivel de gestión, porque en lo tocante al diseño Caramelo ya tiene su sello propio. La esencia de la firma no se va a perder porque es lo que para nosotros tiene valor».
Admite que, tras observar la tendencia del proceso, dentro del grupo habían planteado otros negocios en otras áreas de inversión. Pero, tras los últimos giros en este largo guion, su prioridad es la marca textil. «Tras la renuncia de Kangaroos, los siguientes postores somos nosotros, pero si por algún motivo el juzgado decidiera parar el proceso y hacer otra nueva subasta, nosotros nos retiraríamos».