Ignacio Galán: «Las energéticas que contaminan deben pagar más que las limpias»

J. M. Camarero BILBAO / COLPISA

ECONOMÍA

IBERDROLA

Afronta su reelección tras presentar un plan estrategico liderado por las energías renovables

25 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ignacio Galán renovará por cuatro años como presidente de Iberdrola. Lo hace en un contexto de cambios en el sector, con la propuesta de transición energética del Gobierno encima de la mesa para fomentar las renovables. Una estrategia en la que Iberdrola ha tomado la avanzadilla con un plan que prevé inversiones por 34.000 millones de euros en todo el mundo.

-¿Cómo afronta la reelección?

-Hemos preparado un plan estratégico hasta el 2022 y lo que preguntan los inversores es quién va a ejecutarlo. Nos han dicho que nosotros tenemos que seguir al frente para llevarlo a cabo. Yo me encuentro con ideas y energía y por eso he presentado un plan de 4 años. Vamos uno por delante de lo previsto en su desarrollo.

-¿Se siente respaldado por los grandes fondos propietarios?

-Mi función es crear valor sostenible para todos los accionistas, los grandes fondos y los 600.000 particulares que han invertido sus ahorros. La rentabilidad de la acción en el 2018, que superó a la del Ibex en 25 puntos, y las recomendaciones de analistas nos hacen pensar que vamos en la buena dirección.

-¿Será posible llegar al dividendo de 0,40 euros por acción en el 2022?

-Por supuesto que se puede lograr... e incluso superar. Porque lo que antes era el objetivo máximo para el 2022, tanto a nivel de resultados como de dividendos, ahora ha pasado a ser el mínimo. Si los resultados continúan creciendo según las previsiones, podremos superar esos importes mínimos.

-Habla en sus discursos del «dividendo social». ¿A qué se refiere? -Se trata de explicar cómo hacemos que los recursos que generamos, además de para remunerar al accionista, lleguen al resto de la sociedad. Me refiero a las compras que realizamos allí donde operamos con proveedores locales, las medidas de protección del medio ambiente, igualdad, formación, cultura... O impuestos que pagamos en favor de esa sociedad. Solo en España nuestra aportación fiscal es de casi 3.650 millones de euros al año.

-La junta votará la incorporación de Sara de la Rica al consejo. ¿Qué importancia le dan a la igualdad?

-Es una gran noticia que nuestro consejo sea el que, cuando se incorpore en unos días Sara de la Rica, disponga del mayor porcentaje de mujeres del Ibex, siendo el 50 % de los consejeros externos. Nuestro compromiso con la igualdad es integral. Está plenamente presente en nuestras políticas de recursos humanos. Aunque aún queda mucho por hacer, es un motivo de satisfacción ver cómo avanzamos en este campo.

-Las inversiones anticipadas de Iberdrola ponen el foco en las renovables. ¿Será la tecnología más rentable para la compañía?

-La sociedad demanda cada vez más energía y, al tiempo, necesitamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación. Y las renovables constituyen una oportunidad única para cumplir ambos objetivos con unos costes cada vez más competitivos. Las previsiones apuntan hacia una mayor electrificación de la economía con renovables, que sustituirán a otras centrales de combustibles fósiles.

-¿Cómo valora el «Marco Energía y Clima» del Gobierno?

-El plan es un gran avance y nos permite, finalmente, tener un horizonte energético claro. Iberdrola cuenta con todo lo necesario para aprovechar esta oportunidad: el convencimiento y la experiencia que llevamos demostrando 20 años, las capacidades técnicas y la fortaleza financiera. Vamos a invertir 8.000 millones en España hasta el 2022 para incrementar la capacidad de generación mediante eólica y solar en 3.000 megavatios. Y a nivel global, 13.300 millones en renovables y 10.000 nuevos megavatios.

-¿Cuál será el camino que recorrerán finalmente las nucleares?

-La política energética la debe definir el Gobierno y su plan prevé un calendario de cierre de centrales, primero de carbón y luego nucleares, y su sustitución por renovables. El cierre debe hacerse bajo criterios técnicos objetivos y no discriminatorios entre las empresas y las regiones, con máximas garantías de seguridad. Por eso hemos firmado el protocolo con Enresa y las otras propietarias con un calendario que permite alcanzar esos objetivos.

-¿La factura de la luz subirá o bajará en esta transición?

-Hoy las renovables han madurado y sus precios son más baratos que los de las tradicionales. Hay que olvidar errores del pasado, cuando se primaban tecnologías no maduras. Es fundamental adaptar el mercado, dar entrada a estas tecnologías renovables y llevar a cabo una reforma fiscal de acuerdo con el principio de «quien contamina, paga».

-¿No ocurre eso ahora?

-Lo que no puede ser es que energías que no contaminan paguen impuestos y algunas que sí contaminan reciban subsidios, como los que tienen algunas empresas en las islas por producir con gasoil. Redistribuyamos los impuestos y que los ingresos que tiene el Estado por los derechos de emitir dióxido de carbono sirvan para los que no emiten. En el caso del impuesto de generación sería lógico aplicarlo, pero para los que más contaminación emiten. Porque ahora pagas más impuestos, o los mismos, por energías limpias que por las sucias. Las energéticas que contaminan deberían pagar más impuestos que las limpias.

-¿Cómo podría afectar a la economía otra legislatura de fragmentación parlamentaria?

-Es imprescindible contar con la estabilidad institucional necesaria para llevar adelante las reformas que el país aún necesita. El crecimiento y la creación de empleo requieren seguir avanzando en el cambio de nuestro modelo productivo, impulsando la sostenibilidad, potenciando una mayor industrialización, apostando por la innovación, acelerando la digitalización y promoviendo el emprendimiento. Creo que existe gran consenso en la sociedad sobre muchos de estos aspectos que, además, están en plena sintonía con las políticas de la UE.